Volver a empezar de cero en la vuelta al cole es sinónimo de alegría y emoción para unos, pero también supone llantos y exigencia a otros. Estamos seguros de que este periodo de adaptación está llegando a su fin y es el momento en el que padres y madres comienzan a barajar las distintas opciones para sus hijos en cuanto a las actividades de tiempo libre y clases extraescolares o apoyo. Para ello es importante saber escoger y mantener un equilibrio para que nuestros hijos tengan tiempo suficiente para aprender y divertirse.
El estrés, principal problema
La necesidad de encontrar un equilibrio entre el ocio y las clases extraescolares reside principalmente en el estrés que pueden llegar a padecer los más pequeños. Esto se debe a la combinación de tareas y quehaceres en su día a día, entre los que encontramos los deberes escolares. El exceso de tareas obligatorias ha sido asociado por la Organización Mundial De la Salud a un incremento de ansiedad, estrés, dolores de cabeza y espalda, malestar, nerviosismo y un deterioro del estado anímico. De hecho, estudios han demostrado que el estrés a causa de los deberes predomina en España, afectando al 30% de los jóvenes, y va en aumento a medida que los niños crecen, alcanzando el 70% de alumnos estresados en caso de chicas de 15 años. Por ello, el debate continúa abierto, siendo cada vez más padres los que están en contra del exceso de tareas y sus consecuencias.
Como podemos observar, el estrés provocado por las tareas exigidas fuera del horario escolar es la principal razón para encontrar un equilibrio entre el ocio y las clases extraescolares, dado que los niños ya cuentan con suficiente presión en su día a día. El problema se extiende cuando la combinación de deberes y clases extraescolares ocupan la mayor parte del tiempo libre que los niños pasan fuera de los centros docentes, creando así una sensación de falta de desconexión y la prolongación de las exigencias.
Cómo saber elegir y distribuir actividades
Las clases extraescolares más comunes tienden a ser aquellas destinadas a ofrecer un apoyo extra a las asignaturas impartidas en los centros educativos. Por esta razón, y para poder compaginar las horas de deberes, es recomendable dar prioridad a aquellas asignaturas, capacidades o habilidades que necesitan una mejora y apoyo extra. Como recomendación adicional, una opción a tener en cuenta es ajustar las horas de clases extraescolares a un horario acorde a las necesidades reales del alumno e intentando no coincidir con los días con mayor afluencia de deberes.
No debemos olvidar poner atención en las horas de ocio, recreación y descanso ya que cuentan con un papel fundamental a la hora de organizar un horario y rutina que se ajuste a las conveniencias y bienestar de nuestros hijos. No todo el día a día de los más pequeños gira en torno a sus responsabilidades escolares, si no que las actividades extraescolares son imprescindibles ya que, entre otras cosas, mejoran sus habilidades sociales, el trabajo en equipo, mejoran su salud física y mental. A la hora de elegir en qué emplear las horas de ocio, debemos tener en cuenta dos factores:
- Intentar encontrar una actividad extraescolar que fomente la actividad física y hábitos saludables, como el deporte.
- Dar comienzo a actividades que potencien y estimulen el desarrollo intelectual, artístico, creativo y crítico de los niños.
Además, es importante dejar libertad de elección a los niños a la hora de escoger las actividades extraescolares y de ocio, evitando así frustraciones y promoviendo su recreación, disfrute y relajación.
Como podemos observar, la distribución de actividades y deberes es imprescindible para prevenir el estrés en los más pequeños. Debemos fijar como objetivo evitar días en los que se concentren todas las actividades y clases extraescolares junto a las tareas y deberes escolares, dejando así mayor libertad a nuestros hijos para que se recreen jugando y sobretodo descansen.
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