El 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, una fecha que fijó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1989 para combatir una práctica tremendamente nociva para la salud que mata cada año a millones de personas en todo el mundo.
El objetivo de esta fecha es el de promover campañas de concienciación ciudadana sobre los efectos del tabaco, así como las medidas legislativas necesarias para limitar los espacios donde fumar o elevar su precio. En 2018 la campaña se centra en «Tabaco y cardiopatías».
Las cifras hablan por sí solas: en todo el mundo mueren cada año 7.000.000 de personas de manera directa y hasta 890.000 por ser fumadores pasivos. Fumar es una de las principales amenazas para la salud pública y en España provoca 50.000 muertes al año.
Se estima que cada cigarrillo puede llegar a contener hasta 4.000 productos químicos diferentes de los cuáles al menos 250 se han demostrado que son altamente nocivos.
Los expertos son conocedores de la dificultad de dejar atrás este hábito que, en muchos casos, comienza en la adolescencia (a los 16 años en el caso español). Por eso, existen algunas pautas básicas para ayudar a superarlo:
- Realizar ejercicio por las mañanas, tanto para mejorar el estado físico y la respiración como para reducir el estrés y la ansiedad.
- Encontrar sustitutivos saludables, como los chicles o caramelos sin azúcar.
- Aprender a relajarse de manera natural, sin necesidad de acudir al cigarrillo.
- Dar a conocer el proceso de dejarlo a las personas cercanas para que ayuden no fumando a nuestro alrededor o motivándonos a no recaer.
Desde las administraciones públicas, la OMS pretende que se tomen medidas en torno a:
- Vigilar el consumo de tabaco y las medidas de prevención
- Proteger a la población del humo de tabaco
- Ofrecer asistencia a las personas que deseen dejar de fumar
- Advertir de los peligros del tabaco
- Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio
- Aumentar los impuestos al tabaco
En España, el año que se comenzó a conmemorar este día, aún se podía fumar en trenes, aviones u hospitales. Hoy día la Ley 42/2010 (que endureció la Ley 28/2005) de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, más conocida como “nueva ley antitabaco”, impide fumar en cualquier tipo de espacio cerrado colectivo, ya sean restaurantes, hospitales, centros de trabajo…
Con ayuda de nuestro entorno y las administraciones públicas, el dejar de fumar es un beneficio para nuestros ahorros, nuestra salud y la de los que están a nuestro alrededor.
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