A inicios de la década de los ochenta, el mundo científico se conmocionó en Estados Unidos. En una conferencia de prensa, los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) describieron los casos de varones homosexuales con infecciones respiratorias causadas por un patógeno poco frecuente y de un tumor poco común, consecuencia de un defecto en la inmunidad de causa desconocida. La mayoría de estos varones fallecieron pocos meses después.
La prensa comenzó a denominar la enfermedad como “la peste rosa” debido a la aparición de unas manchas de este color en el cuerpo del afectado, además de su relación con la homosexualidad. Sin embargo, poco después se descubrió que también la padecían inmigrantes en Estados Unidos, consumidores de drogas inyectables y receptores de transfusiones sanguíneas. En 1982 se bautizó oficialmente bajo el nombre de Acquired Immune Deficiency Syndrome (AIDS) cuya traducción al español se corresponde con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
Tras unos años en los que la sociedad estigmatizaba y discriminaba a los pacientes de SIDA, especialmente culpando a la comunidad homosexual, hoy en día se han hecho importantes progresos, tanto en su diagnóstico y tratamiento como en la reacción social. Gracias al desarrollo de tratamientos antirretrovirales (disponibles en los países desarrollados), las personas que padecen SIDA pueden llevar una vida normal, siendo conscientes de que sufren una enfermedad crónica. No obstante, África, Aisa y Europa Oriental se llevan la peor parte ya que los enfermos todavía no tienen acceso a los medicamentos.
El VIH en cifras
Instituciones internacionales coinciden en la afirmación de que todavía queda camino por recorrer. Según los cálculos de la OMS y el ONUSIDA, se estima que cerca de 37 millones de personas en el mundo viven con el VIH. Y una cuarta parte de estas (9,4 millones de personas) todavía desconoce su estado serológico. En España la cifra se sitúa entre las 130.000 y 160.000 personas, de las que entre un 20 y un 25% no están diagnosticadas.
En cuanto a las razones por las cuales se contrae la enfermedad, la mayor parte se trata de transmisión sexual (en el 75.5% de pacientes). El porcentaje restante se divide entre consumidores de drogas inyectadas (15,6%), receptores de hemoderivados o desconocidos (6,8%) y transmisión vertical (3,1%).
“Conoce tu estado”
Este es el lema de 2018 para el Día Mundial del SIDA, que celebra su 30 aniversario el próximo 1 de diciembre. Distintos actos en multitud de países concienciarán sobre la importancia de realizarse las pruebas del VIH para, en caso de ser seropositivo, comenzar cuanto antes el tratamiento con el propósito de mejorar la calidad y esperanza de vida. Este año también se tienen muy presentes los objetivos 90-90-90, fijados por la OMS para 2020: 90% de los pacientes diagnosticados, 90% de los pacientes tratados y 90% de pacientes con carga viral indetectable.
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