Cada vez se torna más necesario ahorrar para el mañana. La actualidad hace que las personas se cuestionen si es suficiente el sistema de pensiones público y, por ello, optan por un complemento que asegure su calidad de vida en el futuro. Sin embargo, al buscar los planes de pensiones más adecuados, surgen ciertas dudas con relación al control interno y externo a los que estos están sometidos.
El control externo se refiere a la responsabilidad mutua que exigen por ley los beneficiarios del plan y la depositaria o gestora de este. Además de la legislación vigente, los fondos de pensiones son auditados cada año por una empresa independiente. A nivel estatal, el Ministerio de Economía y Hacienda, a través de la Dirección General de Seguros, también ejerce un control e inspección sobre los Fondos de Pensiones y las entidades que los ofrecen a los ciudadanos, intentando así, asegurar la fiabilidad de estas.
Se ejerce sobre ellos también un control administrativo a nivel de registros públicos. Para ello existen el Registro Administrativo de fondos de pensiones, el Registro de Entidades y el de fondos de pensiones de empleo de otros estados que actúan en España.
Por otro lado, la entidad está obligada al envío de información de los planes de pensiones que gestiona con cierta regularidad a las entidades de control. A nivel interno, la normativa indica dónde se puede invertir para así disminuir los posibles perjuicios hacia las personas que contratan los planes. Las entidades cuentan con dos comisiones internas de control que supervisan todos los aspectos, tanto de los planes como de los fondos. Esta comisión se conforma por los representantes de los beneficiarios, el promotor y los partícipes del plan.
Los mecanismos y entidades de control aseguran que las personas puedan depositar toda su confianza en las entidades y les permita pensar en su futuro con más tranquilidad.
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