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Consejos para cuidar de los más pequeños en las piscinas

Arranca la temporada de piscinas en toda España y además de prepararnos para disfrutar con amigos y familia de un chapuzón y un día al aire libre, tenemos que pensar en las pertinentes medidas de seguridad para no tener ningún disgusto con los más pequeños de la casa.

Por supuesto, existen diferencias en función de edades. Conviene recordar que si tu hijo es muy pequeño deberías mantener la regla de la “supervisión a un toque” de distancia: nunca un niño de hasta 3-4 años debería estar en el agua fuera del alcance del brazo de un adulto.

Ante todo: prevención

Existen varias claves que deberíamos tener en cuenta: la educación del niño en cuanto a los riesgos que entraña la piscina es vital, así como el comportamiento que debería tener tanto cerca del agua como dentro de ella. La piscina es un lugar fantástico para pasar un buen rato, pero enséñale a tu hijo a jugar responsablemente: nada de “ahogadillas”, jugar cerca de los bordes, empujones y golpes. Por supuesto, hay que maximizar el respeto, aún más si se trata de piscinas con toboganes, trampolines o hinchables.

Sin embargo, la supervisión de un adulto siempre es necesaria y, aunque haya un socorrista, es nuestra responsabilidad estar al tanto de lo que puedan estar haciendo nuestros pequeños. En cualquier caso, los niños no han de estar solos en el agua.

Promover que los niños conozcan el agua cuanto antes es interesante a la hora de anteponernos a posibles miedos. Dicho lo cual, nunca es pronto para aprender a nadar. Se trata de una actividad muy positiva para su desarrollo físico y además mejorará las aptitudes del niño de cara a estos momentos de ocio.

Mayor seguridad, menos imprevistos

Podemos resumir el paso previo en educación de padres a hijos y concienciación del niño sobre respeto y responsabilidad para disfrutar con seguridad. Una vez llega la hora del baño (y aunque existe mucho debate sobre este tema) lo mejor es que el niño espere un buen rato si acaba de comer. El famoso lema de “hacer la digestión”, sostenido por las madres españolas desde hace décadas, aunque ahora parece estar en entredicho, es mejor mantener cierta precaución después de las comidas. Además, es importante que el niño entre poco a poco al agua para adecuar su cuerpo al cambio de temperatura.

Mejora la seguridad de los niños con manguitos, tablas, flotadores, etc. Estos siempre han de estar adecuados a su edad. Por supuesto, estos complementos serán siempre una ayuda, pues no sirven si delegamos todo en ellos. No olvides todos los consejos anteriores. Antes de comprarlos en la tienda recuerda que deben estar homologados o, al menos, presentar cierta calidad.

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