La sanidad es un campo que está continuamente presente en nuestra vida de múltiples maneras. Todos conocemos, en la medida de lo posible, el significado de muchos términos sanitarios, pero ¿sabrías definir qué es la “economía de la salud”?
Copago, gestión sanitaria o política de costes, entre otros, son algunos términos que vemos día a día en los medios de comunicación, ¿pero a qué se refieren realmente? La “economía de la salud” es un campo de investigación cuyo objetivo es optimizar los recursos disponibles para ofrecer a los pacientes la mejor atención sanitaria posible, al mismo tiempo que evalúa la eficiencia de los servicios de salud disponibles para, a posteriori, poder sugerir distintas formas de mejora esa organización de cara a futuros casos.
Esto es, analizar aspectos como, por ejemplo, “costeo de enfermedades”, “gestión económica de hospitales”, “demanda nacional de salud”, “financiación pública/privada de la sanidad”, “asignación territorial de recursos” o “planteamiento de Recursos Humanos”. Todo con el fin de ofrecer una atención sanitaria ajustada a las necesidades de los pacientes, optimizando y elevando gradualmente la eficiencia de los recursos médicos y presupuestarios.
Pero, a pesar de su familiaridad, no siempre entendemos a la perfección los conceptos más habituales de la “economía de la salud”. Por eso, nos proponemos explicarte en detalle los más utilizados por los profesionales. Toma buena nota:
- Copago: es una vía de financiación de un servicio de salud, donde el paciente y el asegurador (pudiendo ser éste la Seguridad Social o bien una asistencia privada) comparten el gasto del tratamiento...
- Costes de un programa o intervención sanitaria: es el valor de los costes que derivan de una atención sanitaria, como por ejemplo, visitas al médico, hospitalizaciones, pruebas diagnósticas, etc.
- Análisis coste-efectividad: es un método de comparación de eficacia ente los costes de un programa sanitario con sus consecuencias, quese miden a partir de los objetivos clínicos marcados al principio del proceso.
- Año de vida ajustado por calidad (AVAC, QALY en inglés): es la relación que se establece entre la esperanza de vida de un paciente y su bienestar, teniendo en cuenta su aspecto físico, mental, social y emocional, dentro de una escala de 0 a 1. En dicho sistema de valoración, el “1” equivale a una salud perfecta y el “0” a la muerte. Existen estados de salud que reciben valores negativos, dado que se caracterizan por una discapacidad y dolores graves que se consideran peores escenarios que el fallecimiento.Con este sistema aritmético se calcula la cantidad de tiempo que es probable que pase una persona en un estado de salud en particular, lo que permite estimar el impacto y coste de programas y tratamientos que permiten alargar o mejorar la calidad de vida...
- Umbral de coste por AVAC: es el valor máximo que permite determinar si un producto, servicio o tratamiento tiene una relación coste-efectividad que lo haga rentable, para así determinar si debe financiarse públicamente o no, tomando como referencia la valoración AVAC (año de vida ajustado por calidad) de los pacientes. Muchos países empiezan a incorporar este criterio, pero de momento, solo Reino Unido establece explícitamente un coste-efectividad entre 20.000 y 30.000 libras por AVAC ganado.
- Años de vida ajustados por discapacidad (AVAD): este cálculo aritmético suma los años de vida perdidos (AVP) debido a la mortalidad prematura y los años perdidos por enfermedad y/o discapacidad (APD). En este caso, la escala utilizada para medir el estado de salud se invierte, equivaliendo el “0” a una salud perfecta y el “1” a la muerte.Por ejemplo, una mujer con una esperanza estándar de vida de 82,5 años que fallece a la edad de 50 años tendría 32,5 AVP, tras calcular la diferencia. . .Pero si además hubiera sufrido una minusvalía visual a los 45 años, este factor APD añadiría 5 años más en un estado de discapacidad, lo que elevaría su tasa final AVAD en torno a un 34,15.
- Impacto presupuestario: es la evaluación económica que refleja los gastos de un servicio sanitario cuando incorpora una nueva intervención, programa o tratamiento. Este valor tiene como objetivo complementar el análisis “coste-efectividad” para ayudar en la asignación presupuestaria de nuevos recursos, tecnologías o productos en el sistema sanitario de cara a futuros tratamientos.
- NICE: el National Institute for Health and Clinical Excellence es una institución pública independiente, de gran prestigio por su rigor y transparencia, que ofrece recomendaciones sobre la utilización de tecnologías nuevas y existentes en el Reino Unido. Esta institución tiene gran importancia en el proceso de toma de decisiones basadas en criterios de coste-efectividad y evidencia clínica.
Seguro que ahora será mucho más sencillo comprender algunos de los conceptos que aparecen a diario en las noticias y medios del ámbito sanitario. ¿Conoces algún otro concepto y quieres colaborar explicándolo? Escríbelo en los comentarios.
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.