null Cómo contactar con el seguro en verano y qué esperar

Cómo contactar con el seguro en verano y qué esperar

Lo primero que tenemos que determinar a la hora de contactar con un seguro en nuestro destino de vacaciones es qué cobertura tenemos. Si no hemos contratado ningún seguro, aún es posible que contemos con cobertura ya que varias tarjetas de crédito incluyen seguros de viaje para situaciones extremas o relativamente normales con un límite de gastos. También los organizadores de paquetes turísticos están obligados a contratar ciertas prestaciones mínimas que cubran las eventualidades más corrientes, como algún gasto médico o de repatriación. Lo más importante, en cualquier caso, es siempre leer bien la póliza.

Qué seguro de viaje contratemos dependerá también de nuestro destino. En países de la UE, donde compartimos una tarjeta sanitaria europea (conviene sacársela antes de salir de viaje), basta con una póliza estándar que cubra entre 3.000 y 6.000 euros. Para Estados Unidos, dada la situación de su sistema sanitario, conviene contar con entre 20.000 y 50.000 euros de cobertura y, para países con un sistema sanitario poco desarrollado, podemos necesitar cantidades similares o superiores. Es importante fijarse en la lista de excepciones que la póliza no cubre, como emergencias en países en situaciones políticas inestables (guerras, conflictos civiles o actos de terrorismo) o también deportes de riesgo o de contacto. Para estos últimos supuestos, tendremos que precisarlos a propósito en la póliza.

A la hora de contactar con el seguro, deberemos llamar al teléfono de emergencia que figurará en la póliza y preguntarles por el procedimiento a seguir. Nos dirigirán al centro sanitario con que tengan acuerdo o, si se trata de una emergencia y ya estamos en un centro sanitario, tratarán de mediar en la medida de lo posible con éste o de redirigirnos a otro. Según el seguro y el momento de atención en que nos encontremos, el seguro se puedo encargar de los gastos o nos puede reembolsar los costes una vez de vuelta en casa.

En cuanto a deberes de ambas partes, la última versión de la Ley del Seguro estipula la obligación de comunicarle al asegurador el incidente en la primera semana desde que ha tenido lugar. La aseguradora deberá satisfacer el importe pactado o reemplazar el objeto dañado en los 40 días posteriores al suceso, en los que podrá investigar las responsabilidades de los sucedido.

Los buenos seguros de viaje suelen cubrir además otro tipo de eventualidades, como cancelación o pérdida/robo de equipaje o incluso repatriación en caso de necesidad. Aunque pueda parecer que apenas tenemos riesgo en una estancia muy segura, ¿por qué arriesgarse a estropear las vacaciones por no haber previsto que el mundo a veces no funciona como nos gustaría?

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