Tradicionalmente, hasta finales del siglo XX, la ciencia psicológica estaba centrada en el tratamiento de las enfermedades mentales. La patología era tanto el centro del foco de estudio e investigación como el enemigo a batir en la consulta. Si te preguntas qué es la psicología positiva no hay mejor respuesta que enfrentarlo a esa tradicional visión de esta disciplina académica: la psicología positiva se basa en la búsqueda de herramientas para ayudar al paciente a encontrar una vida satisfactoria mediante la que evitar el trastorno.
Esta es una rama bastante reciente y de gran aceptación en las universidades. No es de extrañar el gran éxito que actualmente tienen los libros de auto-ayuda. Uno de los máximos valedores de la psicología positiva es Martin Seligman, actual director del departamento de Psciología de la Universidad de Pensilvania que durante años trató la depresión e hizo análisis clínicos sobre la conocida como “indefensión aprendida”. Este término se aplica a la condición en la que asumimos que el comportamiento adecuado es el pasivo frente a una adversidad, mediante la sensación de que no podemos hacer nada al respecto.
¿Cuáles son las bases de la psicología positiva?
Seligman, en su último libro “Florecer” (Flourish, 2011), propuso el modelo PERMA. Este término es un acrónimo (por sus letras en inglés) que reúne los que deberían ser los elementos para una vida de bienestar. Estos son:
- Emociones positivas: conocer los beneficios que tienen en nuestra salud y recopilar las habilidades para que aumenten frente a las negativas.
- Compromiso: identificar nuestra fortalezas, ya que cuando las aplicamos en tareas o en nuevos retos entramos en estado de “flujo” o “involucramiento”.
- Relaciones: la necesidad de mantener relaciones sociales es fundamental para el bienestar y destinar tiempo a cultivar las que son más importantes generará un efecto inmediato sobre nuestra felicidad.
- Propósito y significado: definir el propósito de nuestras acciones así como un significado a proyectos futuros nos permitirá, no solo actuar con coherencia, sino orientarnos hacia algo más grande.
- Éxito y sentido de logro: definir las metas originales nos habrá servido para pelear por ellas, sino para crecer una vez adquiridas. Además, este punto hace referencia también a los éxitos conseguidos (y perseguido) aunque no brinde emociones positivas, significado o nada tenga que aportar a nuestras relaciones.
Por último, cabe destacar que cada uno de los elementos engloban tres propiedades: contribuye al bienestar; se eligen por su propio bien y no para adquirir algún otro; y se definen y miden independientemente a las demás.
A continuación podrás ver un vídeo en el que se explica la esencia de la psicología positiva, así como el camino al que habremos de enfrentarnos para tener la disposición adecuada.
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