La facilidad para poner a grandes grupos de interés en contacto que ha supuesto Internet y las redes ha supuesto una revolución en todos los ámbitos. Y el del ahorro no es una excepción. Iniciada a mediados de los ’90 por un visionario de General Electric, la compra colectiva se ha ido abriendo camino por el mundo desarrollado para facilitar las relaciones entre proveedores y usuarios y obtener un mercado con mejores precios para los segundos.
La idea es sencilla. Consiste en que un grupo de consumidores se asocien para negociar mejores precios con un grupo de proveedores que competirán en una subasta a la baja en directo y de forma transparente. Al término de ésta, los consumidores deciden si desean optar por las nuevas ofertas o no. En un principio, el proceso sólo estaba disponible para proveedores comerciales en B2B, pero con el avance de las comunicaciones fueron surgiendo portales para que usuarios corrientes negociaran con proveedores de telefonía, energía o incluso coches o pisos. Lo interesante es que el papel de los portales especializados suele ser sólo de poner en contacto a compradores y proveedores, sin ningún tipo de coste o compromiso para los primeros.
En España han comenzado a surgir iniciativas similares, como el portal El Rebajador, que da prioridad a la negociación sobre las tarifas energéticas; Everybodycar, capaz de proporcionar importantes descuentos a un grupo de compradores interesados en adquirir varias unidades del mismo modelo de un concesionario; Compramospiso, centramos en el sector inmobiliario; o la iniciativa de la OCU para negociar los recibos de la luz, quieropagarmenosluz, que ha reunido ya a casi medio millón de interesados.
La planificación a largo plazo es uno de los pilares fundamentales del ahorro, pero si aprovechamos las oportunidades de la tecnología para complementarla con decisiones inteligentes tanto en nuestras compras importantes como en los gastos fijos, podremos alcanzar el retiro en la mejor de las situaciones. Por otra parte, tomar decisiones inteligentes crea hábito y esto nunca nos puede perjudicar.
Vía | Expansión
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