Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que la Semana Santa es en nuestro país una de las fechas más ricas en tradiciones hechas cultura a lo ancho y largo de nuestro país. Son costumbres y festejos únicos en pueblos y ciudades de España y que tienen su raíz en un profundo sentido religioso que se ha ido manteniendo a lo largo de los siglos.
Nos recuerda Marca España que la celebración de las procesiones tiene su origen a finales siglo XIII. En la antigüedad se realizaban representaciones teatrales de los pasajes de la Pasión de Jesucristo, y posteriormente estas dramatizaciones fueron sustituidas por tallas. La inclusión de la imaginería en las procesiones se produjo a partir del siglo XVII.
Las procesiones, el alma de nuestra Semana Santa
La Semana Santa española se ha convertido, además, en uno de nuestros grandes reclamos turísticos. El lugar principal de esta celebración lo ocupan las procesiones que representan la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Para quienes nos visitan son un espectáculo digno de ver por lo menos una vez en la vida. De hecho, 20 de estas celebraciones han sido declaradas de Interés Turístico Internacional.
Es impresionante la variedad y riqueza que podemos observar en las diferentes tierras de España. Pero sin lugar a dudas, el primer lugar indiscutible lo ocupa la Semana Santa sevillana, una expresión de fe popular y de riqueza cultural inigualable. Sus 60 cofradías movilizan a más de 50.000 devotos alrededor de sus impresionantes pasos. Desde el Viernes de Dolores (anterior al Domingo de Ramos) hasta el Domingo de Resurrección, la ciudad del Guadalquivir sale a la calle para honrar a sus Cristos y sus Vírgenes en una explosión de fe única. La noche más intensa de la Semana Santa sevillana es la Madrugá, en la que El Gran Poder, La Macarena, o La Esperanza de Triana, entre otras, conforman una de las veladas más intensas. Recomendamos acudir con preparación y conociendo muy bien las rutas, los itinerarios y los consejos de seguridad.
Junto a la sevillana y con un carácter bien distinto, fruto de la riqueza de nuestro patrimonio, destacamos por su austera belleza la Semana Santa en Zamora, que se remonta al siglo XIII. Pero más allá de la belleza de sus pasos procesionales, la Semana Santa zamorana tiene una palabra que la define: el silencio. Un silencio que, en esta tierra, es manifestación de respeto y fervor.
Lorca, Elche y Hellín albergan las otras celebraciones populares de Semana Santa declaradas Interés Turístico Internacional.
Más allá de las procesiones, habrás oído hablar de la espectacular Rompida de la Hora de los Tambores de Calanda. Una tradición que lejos de perderse, cada año resurge con fuerza. Calanda no es el único pueblo donde se vive esta tradición, ya que ésta se integra en la Ruta del Tambor y el Bombo, que se vive en una amplia comarca aragonesa. Se trata de otra de nuestras tradiciones de Interés Turístico Internacional.
Pero sin duda, en tu pueblo o ciudad hay tradiciones únicas y centenarias también. ¡Nos gustaría conocerlas!
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