Desde la llegada del buen tiempo y de la primavera en todo su apogeo, puede que muchos alérgicos hayan pasado por alto la temporada de alergias primaverales tras haber permanecido confinados en casa durante semanas. Sin embargo, con la permisibilidad de los paseos al aire libre que podemos disfrutar en la actualidad han puesto de manifiesto las consecuencias de la odiada alergia algo que puede dar lugar a confusiones tanto en quienes la padecen, como aquellos que observan desde fuera. ¿Cómo podemos detectar los síntomas de la alergia primaveral y diferenciarla de otras enfermedades?
De acuerdo con la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), cerca de ocho millones de españoles se ven afectados por enfermedades alérgicas, de los cuales siete millones resultan alérgicos a gramíneas, seguidos por el olivo. En las últimas semanas, muchas de las personas alérgicas pueden haberse sentido confusas, puesto que algunos de los síntomas alérgicos pueden ser compartidos con otras enfermedades como el COVID-19. Es por ello que desde el Ministerio de Sanidad y la SEAIC están promoviendo las diferenciaciones entre los principales efectos de las patologías alérgicas y el coronavirus, con el fin de evitar confusiones entre la población.
Los principales síntomas de las alergias primaverales incluyen rinitis, tos, picor en ojos y nariz, congestión nasal, repetidos estornudos, destilación nasal acuosa y asma. Como indica el Ministerio de Sanidad, a diferencia de otras enfermedades, los síntomas de la alergia primaveral remiten con antihistamínicos, empeoran al aire libre y mejoran dentro de casa. Además, el asma remite gracias al uso de broncodilatadores, y la alergia y el asma no cursan con fiebre.
¿Tienen las personas alérgicas más riesgo de contraer el COVID?
La respuesta es negativa. No hay evidencia que indique que los pacientes alérgicos tengan mayor riesgo de contraer esta infección, pero como advierte Sanidad y la SEAIC, la población asmática debe extremar las precauciones. Esto se debe a que las vías respiratorias de los asmáticos son más susceptibles a las infecciones respiratorias, en especial las infecciones víricas, puesto que generan una mayor inflamación bronquial. Por ello, las autoridades sanitarias y expertos alergólogos recomiendan a las personas asmáticas y alérgicas en general cumplir con los tratamientos prescritos por sus médicos, extremar las precauciones y continuar con las medidas de prevención e higiene establecidas para evitar contagios. Hacer un tratamiento para alergia y/o asma de manera irregular o dejar de tomarlo al sentir mejoras, puede llevar a un descontrol de la inflamación de los bronquios, motivando la susceptibilidad a infecciones respiratorias, según SEAIC.
Personas alérgicas y uso de mascarillas
Una vez llegados a este punto, probablemente te hayas preguntado, ¿qué efecto tiene el uso de las mascarillas en personas alérgicas? Como hemos visto a lo largo de las últimas semanas, existen varios tipos de mascarillas, como las higiénicas, quirúrgicas y de protección. Más allá del uso recomendado y establecido de las mascarillas por las autoridades para prevenir el contagio del COVID-19, el doctor y presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC, Ángel Moral, indica que las mascarillas de protección FFP son las recomendadas para pacientes alérgicos. Esto se debe a que las mascarillas FFP filtran el aire y retienen las partículas del aire, y son capaces de reducir hasta el 80% de las partículas de pólenes y polvo inhaladas. De esta manera, estas mascarillas son consideradas herramientas eficaces para menguar los síntomas alérgicos de las personas que sufren las consecuencias de la alergia primaveral.
Si quieres encontrar más información acerca de las alergias estacionales, puedes consultar anteriores entradas como “Apps para sobrellevar la odiada alergia primaveral”, o “Consejos para aliviar la alergia primaveral”.
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