Hemos superado el impacto del primer día sin trabajo. Lo hemos hecho todo bien y teníamos un plan para mantenernos ocupados las primeras semanas tras la jubilación y hemos sido capaces de sobrellevar la transición con relativa tranquilidad. El aspecto económico está a salvo, gracias a una buena planificación financiera para complementar la pensión, la familia se ha adaptado también a nuestro cambio de actividad y todo parece fluir con tranquilidad. ¿Qué hacer?
Una posibilidad es aprovechar para hacer aquellos viajes que siempre estuvimos posponiendo y, tal vez, algunos más. No sólo porque al fin disponemos del tiempo y los recursos necesarios, sino porque nuestra edad también presenta una gran ventaja. La mayoría de las grandes compañías de transportes internacionales tienen grandes descuentos para pensionistas en días de poco tráfico o viajes en temporada baja, empezando por RENFE, que ofrece descuentos de hasta un 40% a los titulares de su tarjeta dorada (mayores de 60). Los ferrocarriles franceses lo elevan hasta el 50% y los británicos lo dejan en un tercio del precio del billete, pero añaden descuentos en hoteles, siempre en circunstancias concretas. En España, cada administración regional ofrece distintos tipos de descuentos a pensionistas en todo tipo de ámbitos, aparte de los viajes y diversas actividades que organiza el IMSERSO. Incluso, aunque es menos frecuente, existen compañías aéreas que ofrecen descuentos a jubilados.
En cuanto al ocio cultural, todos los museos nacionales y buena parte de los privados ofrecen tarifa reducida o gratuita a pensionistas. Esto sucede también a escala internacional, con grandes museos como británico o el berlinés de Pergamon. Entidades musicales, salas de conciertos o teatros.
Por lo general, conviene adquirir el hábito de preguntar siempre por posibles descuentos para pensionistas. En países como Italia, Reino Unido o los del Benelux, considerados entre los más considerados hacia los mayores, podemos llevarnos más de una sorpresa. Por otra parte, los países anglosajones como EE.UU. o Australia tienen una fuerte cultura de ofrecer descuentos también en negocios privados.
Por último, hay agencias de viaje especializadas o que tienen en cuenta este segmento de edad y se adaptan a las necesidades que puedan surgir. Ahora que por fin es posible, ¿por qué no hacerlo?
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