El tiempo promedio de espera para operaciones no urgentes se incrementó el semestre pasado de 76 a 100 días, un máximo histórico. A principios de año, el número de personas en estas listas superó las 570.000. Las cifras se han disparado desde el inicio de la crisis, cuando un sistema de salud pública renqueante pero funcional no pudo seguir dando abasto con la sobrecarga para atender a todos.
Aunque pueda parecer contraintuitivo, las listas pueden tener una razón de ser a la hora de optimizar un sistema sanitario. Cuando el tiempo de espera no es excesivo y se aplican a intervenciones ni urgentes ni muy graves, las listas suponen un mecanismo complementario a la racionalización del sistema, haciendo que quienes pueden no necesitar atención se replantean solicitarla. Pero, por otra parte, nada puede solucionar el hecho de que el sistema es demasiado generoso en comparación con los ingresos que recibe.
Esto ha derivado en la pérdida de control sobre este mecanismo, lo que ha terminado por resultar discriminatorio, ya que no todos los pacientes en la lista tienen la misma urgencia y la espera perjudica no sólo a los que estén más graves sino a aquellos en los que su dolencia altera su calidad de vida con mayor intensidad. La solución tendría que pasar por otorgar a la sanidad el valor que tiene y apoyarse en todos los recursos disponibles, tanto públicos como privados.
Es por ello que Sanidad está preparando un mecanismo para establecer prioridades en las listas a fin de optimizarlas y hacerla más justas, probablemente siguiendo el criterio médico. El otro mecanismo que se ha venido empleando hasta el momento ha sido la derivación de pacientes al sector privado, en casos graves, con cargo a la Administración. Esto alivió la situación un tanto, pero los recortes también han afectado a las partidas destinadas a sufragar pruebas diagnósticas o intervenciones en el sector privado. Tras cancelar la cooperación en varias comunidades, se está volviendo a retomar.
Vía | El País
Más información | Diez temas candentes de la sanidad española para 2013 (pdf)
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.