null ¿Tu comunidad autónoma aprueba en dependencia?

¿Tu comunidad autónoma aprueba en dependencia?

La Asociación Estatal de Directores y Gerentes de servicios Sociales ha vuelto a poner de manifiesto la importancia de un hecho que, desde el inicio de aplicación de la Ley de Dependencia, es un secreto a voces: el sistema no funciona. Las listas de espera, el gasto público, o el porcentaje de beneficiarios atendidos son algunos de los parámetros analizados por la entidad en el XII Observatorio de la Dependencia.

Los diferentes factores han servido para puntuar a las comunidades autónomas en materia de dependencia, con resultados bastante negativos: siete de ellas suspenden, y el resto de ellas, salvo Castilla y León y País Vasco, están, según el informe, en decadencia. La Comunidad Valenciana obtiene el peor resultado, un 0,4, seguida de Canarias (0,8), Ceuta y Melilla (1,3), Baleares (2,9), Aragón y Asturias (2,8) y Madrid (4,3). En el extremo opuesto, Castilla y León supera la prueba con nota, un 9,6, al igual que País Vasco, con un 8,3.

Entre las causas que destaca el Observatorio, aparece uno de los problemas de base de la norma: la financiación. Dejando a un lado la introducción del copago y la reducción del gasto público en dependencia, el documento alude también al incumplimiento por parte de la Administración de la norma en lo que respecta al 50% de financiación que debería aportar el Estado, situándose en un promedio del 25,7 por ciento. Asimismo, se constatan importantes desequilibrios entre las diferentes autonomías.

Sin embargo, una de las afirmaciones más dramáticas recogidas en el documento está relacionada directamente con la diferencia entre el número de ciudadanos que reciben ayuda y los que, teniendo derecho a ella, aún no cuentan con acceso a la cobertura que ofrece el Estado. Son más de 190.000, y si el ritmo de crecimiento de esta cifra se mantuviera al ritmo del último año, sin que hubiese nuevas entradas, serían necesarios más de 80 años para dar cobertura a la lista de espera.

No es ningún secreto que la dependencia está íntimamente relacionada con la edad, como también es un hecho el constante incremento de la longevidad, que está situando a España como uno de los países con mayor índice de población envejecida y, por lo tanto con mayores perspectivas de contar con un amplio porcentaje de personas dependientes en el futuro.

A la vista de la imposibilidad de ver cubiertas todas las necesidades, económicas y sociosanitarias, a través de la protección pública, tanto ahora como en el futuro, todos los agentes del sector y los expertos en materia de dependencia manifiestan una recomendación: pararse a pensar en que todas las personas somos susceptibles de padecer una situación de dependencia, y es necesario anticiparse a ella con el objetivo de lograr que, llegado el caso, podamos mantener la mejor calidad de vida posible.

Las carencias del sistema público están más que contrastadas y, en cualquier caso, cubrir al cien por cien las necesidades de las personas dependientes nunca estará totalmente garantizado por el Estado. Ser responsables con nosotros mismos y con nuestras familias, contar con un mínimo de previsión y preocuparnos por el futuro lo más pronto posible son cuestiones que van mucho más allá de la nota del Sistema de la comunidad autónoma en que residamos.

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