A principios del siglo XIX comenzó en Estados Unidos la lucha por establecer un horario laboral que constase de ocho horas. Por aquel entonces, las personas trabajaban más de 18 horas diarias, por lo que la iniciativa de reducción enseguida ganó apoyos entre aquellos que defendían “8 horas de trabajo, 8 de reposo y 8 de ocio”.
Hoy, 1 de mayo, conmemoramos el logro de esa jornada laboral de 8 horas. La elección a nivel internacional de esta fecha como ‘Día Internacional del Trabajador’ tuvo su origen en Estados Unidos, en una huelga que tuvo lugar el 1 de mayo de 1886 y que estuvo secundada por más de 200.000 trabajadores. Los paros se prolongaron durante varios días, con manifestaciones y enfrentamientos con la policía y la guardia nacional. En la ciudad de Milwaukee, la guardia nacional mató a 9 obreros de entre una multitud que se dirigía a la única fábrica en marcha que quedaba en la ciudad. Unos días más tarde, durante una pelea masiva en Chicago, otros 6 obreros murieron cuando la policía disparó en bloque contra la masa de trabajadores.
El éxito de las protestas llevó a cientos de miles de obreros a afiliarse a los sindicatos. Durante las próximas décadas, la Segunda Internacional Socialista decretaría el día como jornada de conmemoración y lucha por los muertos en Chicago. La fiesta se fue adoptando con el paso del tiempo por todo el mundo. En España fue durante la Huelga de la Canadiense, en Barcelona, cuando los sindicatos anarquistas lograron el reconocimiento de la jornada laboral de 8 horas. Sin embargo, en años posteriores, debido la privación del derecho a manifestarse durante la dictadura de Primo de Rivera, el 1 de mayo no se celebraría hasta la declaración de la II República en 1931. La celebración sería prohibida nuevamente en 1939 con la victoria de los militares sublevados contra la República, retomándose en 1977, dos años después de la muerte de Franco.
Hoy, a pesar del reconocimiento de una jornada laboral de 8 horas en la mayor parte del mundo, aún existen desafíos al bienestar de los trabajadores, como la precariedad laboral e, incluso, la esclavitud. Los sindicatos organizan por toda España manifestaciones conmemorativas a las que es posible asistir.
Más información | Organización Internacional del Trabajo
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