En los tiempos del turismo masivo, cuando el verdadero lujo no es una playa o un destino repleto de actividades, sino de la tranquilidad necesaria para un buen descanso, encontrar este tipo de lugares puede parecer tarea imposible. Sin embargo, España está repleta de pueblos y lugares paradisíacos en la costa o la montaña donde perderse y no escuchar ni siquiera el ruido de un coche en la distancia. Repasamos algunos de ellos:
· Playa del Silencio (Asturias): A medio camino entre Luarca y Avilés, se encuentra en Castañeras, a 16 kilómetros de Cudillero. De una belleza natural que puede recordar al Caribe, esta pequeña playa de 500 metros ofrece un lugar tranquilo en que perder la mirada y olvidarse del mundo.
· Casares (Málaga): Si preferimos el Sur, entre Málaga y Cádiz tenemos el ideal de pueblecito andaluz de 6.000 habitantes, con sus casas blancas, murallas y legado árabe, playas y castillos a partes iguales. Resulta tan idílico, que incluyeron una foto suya en entre los fondos de escritorio del sistema Windows 7.
· Cadaqués (Gerona): La paz y belleza de esta pueblecito costero al norte de Gerona atrajeron a lo largo de la historia a artistas y pintores como Salvador Dalí (a quien hay dedicado un museo en la localidad), Federico García Lorca, Eugenio D’Ors, Picasso o Miró. Cercano al Parque Nacional del Cabo de Creus (el punto más oriental de la Península), Cadaqués ofrece una combinación de pescado, paz, belleza natural e histórica y cultura en un mismo lugar.
· Islas Cíes (Pontevedra): Llegando de Vigo, nos encontramos con uno hermoso parque natural marino y alguna de las playas más bonitas del planeta. Que los ferrys (única forma de llegar) sólo admitan 2.200 viajeros al día (aunque también es posible alquilar un barco para visitarlas), previene contra cualquier posibilidad de masificación. Unos días en sus playas o campings aseguran la paz mental necesaria para volver al trabajo.
· Ansó (Huesca): Si lo que realmente queremos es desaparecer, los 436 habitantes del pueblo medieval de Ansó, en el Pirineo aragónes, pueden ser la compañía perfecta. Entre un parque natural que incluso alberga osos, armiños, jabalíes o halcones, y un paisaje protegido, podremos sentarnos a disfrutar la gastronomía local antes de visitar algunas de las construcciones medievales de este pueblecito de más de 800 años.
Y ahora que conoces estos destinos, ¿por qué no disfrutar del maravilloso entorno del Complejo San Juan? Te ofrecemos mucho más que un hotel.
Foto | MorBCN
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