El sector asegurador necesita estar en constante evolución para adecuarse a las necesidades de la sociedad, que también son cambiantes. En la actualidad, se enfrenta a importantes retos que no siempre se perciben desde fuera, pero que ponen de manifiesto que la imagen de rigidez que en ocasiones tenemos del seguro no se corresponde con la realidad.
El informe Insurance Banana Skins 2017, elaborado por PwC y el Centre for the Study of Financial Innovation, recoge los principales riesgos del sector asegurador en Europa y en España. Según este estudio realizado a más de 800 directivos del sector, la principal preocupación sería la situación coyuntural de los tipos de interés y en segundo lugar la transformación digital del sector, que pese a ser una reconocida oportunidad de mejora en muchos ámbitos, es percibida por muchas compañías como un proceso complicado.
Un escenario de tipos bajos
El escenario sostenido de bajos tipos de interés está teniendo, desde hace ya unos años, un fuerte impacto en la rentabilidad de las inversiones en el sector asegurador y, junto con las nuevas exigencias regulatorias, está presionando los márgenes de las compañías de seguros.
Las compañías de seguros lo combaten en parte modificando su oferta de productos y tratando de mejorar los márgenes técnicos. No obstante, en muchos casos el sector asegurador, con sus diferentes herramientas de ahorro, está ofreciendo rentabilidades más interesantes que los tradicionales depósitos bancarios.
En este proceso de conseguir rentabilidad, las entidades aceleran procesos de internacionalización, especialmente en Latinoamérica, con el fin de obtener beneficios fuera de España.
Transformación digital de las aseguradoras
Efectivamente, la digitalización presenta una oportunidad única en el futuro inmediato de las compañías aseguradoras. Sus frentes inmediatos serían:
- Automatización de datos. Se refiere a la implementación de sistemas que permiten el tratamiento de volúmenes ingentes de todo tipo de información.
- Sistemas Inteligentes de tratamiento del dato. Si asociamos a esta automatización un tratamiento inteligente de los datos, nos encontramos con mejoras inmediatas: capacidad de personalización de la atención y los productos a cada cliente, se acortan tiempos de gestión y se reducen gastos internos de operaciones, entre otros.
- Internet de las cosas. Como hemos avanzado, las propias aseguradoras incentivarán el uso de dispositivos por parte del consumidor para poder personalizarle su oferta, ayudarle a reducir precios y ampliar los servicios ante reclamaciones.
Pero la transformación digital no termina aquí. Se trata de un proceso continuo y sin finalización, enfocado a todos aquellos aspectos que puedan mejorar la experiencia del cliente, es decir, prácticamente toda la actividad de las compañías.
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