Con la primavera a punto de aparecérsenos en su máximo esplendor en los próximos días, conviene prepararnos para ahorrar también uno de los líquidos más preciados para nuestro país en este momento: el agua. Y no sólo porque el año pasado dejara una subida media del precio del agua del 9,2%, sino también porque, a pesar de los litros caídos en las últimas semanas, España se encuentra en uno de los ciclos de sequía más duros de los últimos 150 años. Teniendo en cuenta que nuestro país presenta una de las huellas hídricas (metros cúbicos consumidos por persona y año) más altas del mundo, existe margen para recortarlo.
Por nuestra parte, podemos adoptar algunos hábitos que, practicados con regularidad, terminarán ayudándonos a ahorrar agua al cabo del año. Estos son algunos trucos sencillos, pero útiles:
- Cerrar los grifos completamente: Un grifo mal cerrado puede perder hasta 90 litros de agua a la semana. Los expertos recomiendan adoptar grifos monomando con difusores para tener mejor control sobre el flujo de agua.
- Llenar las lavadores y los lavavajillas al completo: Son los dos electrodomésticos que más agua consumen. Si, además, buscamos aquellos con etiqueta ecológica y calificación A, ahorraremos aún más agua. Además, las lavadoras de carga frontal consumen hasta diez litros menos que las de carga superior.
- Uno de los hábitos más dañinos y más frecuentes es el de no cerrar los grifos mientras realizamos pequeñas operaciones en el lavabo, como lavarnos las manos o los dientes. Lavar los platos es otro ejemplo de este gasto superfluo de agua.
- Cisternas de doble descarga. Poder regular (o incluso interrumpir) el flujo de agua en el retrete supone un ahorro importante. Un remedio casero, pero igual de eficaz, consiste en introducir botellas de agua cerradas en la cisterna a fin de reducir su capacidad. Ahorramos en cada uso el equivalente al volumen introducido.
- Atención al lavar el coche: Si llevamos nuestro vehículo a túneles de lavado que reciclan el agua (a fin de cuentas, el resultado de un lavado normal es agua enjabonada de la que se puede filtrar la suciedad fácilmente). Si optamos por darle un manguerazo, mantener la manguera cerrada hasta el enjuague final nos puede permitir ahorrar hasta 10 veces más de los 50 litros de agua que esta actividad consume en promedio.
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