En menos de una década más de 1.000 millones de personas en el mundo se han acostumbrado a compartir sus ideas, imágenes y pensamientos en las redes sociales. Facebook es la más grande y más influyente en varios países. También en España. Sin embargo, existen razones económicas para plantearse desaparecer de esta red. Éstas son algunas:
- Hipotecas: Varias start-ups tecnológicas están desarrollando aplicaciones para medir las probabilidades de que el tomador de una hipoteca llegue a completar sus pagos a través de datos extraídos de las redes sociales. Detalles como si uno es amigo e interactúa con frecuencia con alguien que lleve retrase en el pago de su hipoteca son analizados y tomados como indicadores a la hora de evaluar si aceptar o rechazar la solicitud de hipoteca. Por el momento, sólo algunos servicios concretos utilizan estos datos, pero es cuestión de tiempo para que estas herramientas se instrumentalicen y pasen a ser utilizadas por clientes bancarios mayores.
- Privacidad: Facebook convence primero al usuario para que comparta información personal que de otro modo no compartiría con nadie. Después, sin avisar, comparte esta información con desarrolladores de aplicaciones para su red que, a su vez, pueden vender esta información en cualquier momento. El desarrollador independiente Peter Warden fue demandado por Facebook precisamente por denunciar este tipo de prácticas. En definitiva, cualquier información que compartimos con Facebook es susceptible de hacerse pública en un momento u otro. En este sentido, conviene no olvidar que los verdaderos clientes de Facebook no son los usuarios, sino los anunciantes. Como dice el nuevo dicho norteamericano: “Si te están dando algo gratis, lo más probable es que tú seas el producto”.
- Impacto emocional: Varios estudios han vinculado el uso continuado de Facebook tiene impacto en las actitudes hacia la autoimagen y provoca sentimientos negativos relacionados con la envidia. Toda esta energía puede ser mucho más productiva en otra parte.
- Pérdida de tiempo: El usuario medio de Facebook invierte unos 20 minutos al día en la red social. Esto puede no parecer mucho, pero el mayor daño que Facebook le hace a nuestra productividad es en la atención dispersa y la facilidad para desarrollar el hábito de consultarlo constantemente.
Vía | Saving Advice
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