El plan de pensiones es la solución para miles de personas y hogares que ven un futuro incierto y su jubilación con el nivel de vida ciertamente mermado. Por si esto fuera poco, este es el último año en el que el límite de aportaciones desgravables asciende a 10.000 euros; a partir de enero del año que viene, bajará a 8.000 euros. Pero no todos los planes son los más adecuados. Existe una gran variedad y tipos en el mercado. A continuación se apuntarán algunos de los objetivos que debe cumplir todo plan de pensiones para que se adecue a las expectativas del inversor.
En primer lugar, ha de cubrir las necesidades de la persona que lo contrata. El fin primordial del plan de pensiones es completar el importe de la pensión de jubilación de la Seguridad Social. Este es un requisito del nivel básico, pero si la capacidad económica del contratante lo permite, es mejor que se hagan aportaciones superiores para que su disfrute postrero sea mayor.
Un objetivo muy importante es la desgravación fiscal, ya que las aportaciones a un plan de pensiones son las únicas que desgravan comparadas con otro tipo de inversiones como las aportaciones a los fondos.
En definitiva, un buen plan de pensiones ha de cumplir unos objetivos, ser flexible y estar adaptado al inversor, a sus necesidades, posibilidades e intereses.
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