El ritmo al que la tecnología ofrece nuevas soluciones para cualquiera de los aspectos de nuestra vida es asombroso y cada día que pasa se presentan nuevas alternativas que hasta hace poco parecían propias de la ciencia ficción.
La Sanidad se ha visto beneficiada por lo que hoy se conoce como eHealth (o eSalud en castellano), por el juego de palabras que alude a la “salud electrónica”. Ya están muy implantados los dispositivos que “puedes vestir”: los llamados wearables. Pero, ¿son realmente efectivos para controlar y mejorar tu salud?
Wearables de salud: ¿son realmente efectivos?
En una pieza para CNN, Samuel Burke corresponsal de negocios y tecnología para CNN Londres, se puso a prueba durante una semana con todo tipo de dispositivos wearables para recopilar datos sobre su salud. Estos aparatos pueden recoger tu pulso cardiaco, los pasos que has dado mediante podómetros, tu nivel de estrés y/o relajación, y así hasta un largo etcétera.
En este blog hemos comentado el bienestar que podemos adquirir mediante un estilo de vida saludable basado en, entre otros, caminar más. Aparte de esto, se ha hecho muy popular entre los expertos en esta temática la regla de los 10.000 pasos: ¿podría ser suficiente caminar 10.000 pasos al día para mantenernos en forma? Parece que al menos mejorará nuestra salud de forma sensible.
En el caso que comentamos, el periodista Samuel Burke contó con la opinión de profesionales médicos para valorar su experimento y reconoce que se muestran “cautelosamente optimistas”. La obesidad es uno de los grandes males del siglo XXI y si estos dispositivos pueden motivarte a ser más activo, ya hemos conseguido algo positivo.
El empujón necesario hacia una vida saludable
Burke analizó en su experiencia uno de los wearables más particulares del mercado: se trata de Muse y es una diadema que registra nuestra actividad cerebral. Está diseñado para acompañarlo con una app en nuestro smartphone, que nos ayudará durante las sesiones de meditación que incorpora en la propia aplicación. Samuel Burke señala que desconoce directamente si podría tratarse de efecto placebo, pero que de algún modo ha funcionado en él obligarse a entrar en este estado de relajación durante cinco minutos cada día.
Al final reconoce que se le hace demasiado complicado mantenerse al día con tantos dispositivos, pero asume que han superado sus expectativas. Además, como conclusiones, añade la opinión de varios expertos que al fin y al cabo valoran la capacidad de estos wearables para forzarse a completar rutinas que pueden tener un impacto positivo sobre nuestra salud.
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