Con la llegada de las vacaciones, muchos optarán por acercarse a la tan ansiada playa con la familia. Si tenemos niños, es importante recordar que la exposición directa al sol durante mucho tiempo no es buena. En general, es importante mantener a los niños pequeños en la sombra y alejados de la exposición directa al sol. Estas son algunas ideas para protegerlos.
- Hacer que los niños pequeños jueguen siempre a la sombra, particularmente entre las 11:00 y las 15:00 horas, cuando el sol brilla con mayor intensidad. Incluso aunque el día esté nublado, una parte importante de la radiación todavía puede alcanzar el cuerpo, de modo que es esencial estar siempre en un lugar fresco y a la sombra.
- Emplear crema de protección solar con un factor de protección de al menos 30 y no escatimar en su uso. Normalmente, unos 20ml (media palma) son suficientes para cubrir todo el cuerpo del niño. El sudor o el agua se llevan la crema, por lo que hay que estar atentos para reponerla y proteger la piel constantemente. Ninguna crema solar es efectiva por más de cuatro horas.
- La ropa ligera y un sombrero o gorrito son una buena protección frente a insolaciones y quemaduras. El gorrito en la cabeza en todo momento es una herramienta indispensable.También, es importante beber mucha agua para estar bien hidratados.
Si, a pesar de todo, los niños pequeños terminan sobreexponiéndose y reciben quemaduras en la piel, lo más importante es consultar cuanto antes con un médico, especialmente si se produce una ampolla o el niño tiene fiebre. Entre tanto, podemos aplicar agua tibia a la quemadura, secarla sin frotar (con pequeños golpecitos de toalla) y tener cuidado con que el niño no coja frío. Al mismo tiempo, habremos de combatir el riesgo de deshidratación dándole abundantes líquidos, preferentemente agua.
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