Ser parte de PSN es mucho más que contratar un seguro o acceder a una cartera de protección integral. Hablamos de una compañía en la que el mutualista es el verdadero centro de toda actividad y de cada una de las decisiones que se toman en la Mutua en el día a día y, como tal, el auténtico beneficiario de todos los éxitos de la misma. En este sentido, uno de los ejemplos más claros es la participación en beneficios (PB), una rentabilidad complementaria asociada a la mayoría de los seguros de ahorro y mixtos de la Entidad.
En el ejercicio 2018, la PB alcanzó una rentabilidad del 3,61%, lo que se tradujo en el reparto de 8,9 millones de euros entre sus mutualistas con los citados seguros. En los últimos seis años, se han repartido cerca de 52 millones de euros en este concepto, que supone el cumplimiento del compromiso de PSN para con su colectivo protegido.
El reparto anual de PB no es únicamente una muestra del carácter solidario y mutual de PSN, en tanto no reparte dividendos entre accionistas, sino que recompensa la confianza que sus mutualistas depositan en la Entidad a través de distintas vías y servicios de valor añadidos. Es también un claro ejemplo de la profesionalidad en la gestión de las inversiones de los diferentes productos que, año tras año, supone una rentabilidad que resulta especialmente destacada en estos últimos años, en los que los tipos de interés se encuentran en niveles especialmente bajos.
Más compromisos cumplidos de PSN
La PB no es la única cifra positiva que representa el cumplimiento de los compromisos de PSN con sus mutualistas. Otra magnitud que cobra relevancia en este sentido es la de las prestaciones, es decir, la repuesta de la entidad ante las coberturas contratadas en cada una de las distintas tipologías de seguros. En lo que respecta a este capítulo, PSN abonó en 2018 más de 225 millones de euros a sus mutualistas y sus familias, un 28% más que en el ejercicio anterior. Se trata de unas cuantías correspondientes a diferentes contingencias, algunas de ellas con un carácter tan sensible como el fallecimiento, la invalidez, la jubilación o la baja laboral.
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