Lejos de intentar buscar soluciones para encontrar la fuente de la eterna juventud deberíamos prestar más atención a los sentimientos, aquellos que nos hacen volar, trasladarnos de época, incluso revivir el tiempo pasado o transformarnos en lo que deseamos. Esto es lo que les ha sucedido a los residentes de Los Robles Madrid, la residencia de mayores del Grupo PSN, que han celebrado su tradicional fiesta navideña a la que han asistido familiares y amigos, y entre ellos, sus nietos. Éstos han supuesto para ellos una inyección de vitalidad, cariño y optimismo. Han disfrutado como pocas veces y han vuelto a su más tierna infancia, jugando y compartiendo merienda y baile con sus pequeñas astillitas. Porque, ¿hay algo más eficaz contra el envejecimiento que la inocencia de los niños?
Esta inocencia se hace más presente aún si cabe en Navidad, nos hace evocar nuestra infancia. Nos transforma en niños que sueñan, que ríen y que piden deseos. Y precisamente uno de esos deseos generó un momento mágico. En el gerhotel de PSN se elaboró un árbol con las fotografías de los residentes y los invitados más pequeños escribieron su anhelo para estas navidades junto a la imagen de su familiar. Entre las tarjetas colgadas con deseos de paz y amor, destacó una que por su contenido emocionó a más de uno de los allí presentes. “Deseo que mi abuela viva mucho más que yo”. Con esta frase rotunda, Mar, nieta de una residente, deseó la eterna juventud a su abuela que, por una tarde, la tuvo por su compañía.
Con esta preciosa anécdota queremos felicitar la Navidad a todos nuestros lectores, para que estas fechas sirvan para desear todo lo mejor a los que nos rodean, y para que disfrutemos al máximo de la familia y amigos y, sobre todo, no dejemos de soñar.
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