Tradicionalmente, las personas que sufren alguna enfermedad o trastorno mental han tendido a ocultarlo debido a los prejuicios (todavía) existentes, sumados a una amplia lista de mitos. Este hecho lleva a la negación de unos problemas y una realidad que, en muchas ocasiones, tiene solución psicológica.
Gracias al camino recorrido, celebramos el Día Mundial de la Salud Mental que, junto con otras iniciativas, contribuye a normalizar la situación de las personas que padecen estos trastornos y a ayudar tanto a su tratamiento como a la prevención de los mismos.
10 octubre, Día Mundial de la Salud Mental
Más de 100 países se suman a la iniciativa propuesta por la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH) y celebran, cada 10 de octubre, el Día Mundial de la Salud Mental. Este 2018 la Federación centra su campaña en los jóvenes (adolescentes y primeros años de la edad adulta).
La razón principal es la concienciación y prevención de enfermedades o trastornos más graves, que pueden llegar incluso a la muerte. La mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años, como informa la Organización Mundial de la Salud. Además, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y 29 años. La prevención resulta así clave para detectar signos y síntomas.
700 millones de personas sufren trastornos mentales
Según los datos de CIBERSAM, el 19,5% de la población española padece algún trastorno mental: más de medio millón de personas en nuestro país. A nivel mundial, la OMS estima que cerca de 700 millones de personas padecen desórdenes mentales y neurológicos.
Esquizofrenia, psicopatías, depresión, ansiedad y trastorno bipolar y trastorno obsesivo compulsivo son las enfermedades mentales más comunes en España.
Acabar con los mitos sobre las enfermedades mentales
Las películas y series televisivas, en muchas ocasiones, han favorecido la estigmatización y los estereotipos de personas que sufren trastornos mentales anteriormente nombrados. Psicosis, Mejor Imposible, TOC o El cisne negro son ejemplos de obras del séptimo arte que debemos ver con cuidado, siendo capaces de separar ficción y realidad. Entre los principales mitos, encontramos:
- Las personas con enfermedades mentales son violentas y/o peligrosas. Es tan falso que hasta puede ser completamente al contrario, son más susceptibles de ser víctimas de un acto violento que de cometerlo.
- No pueden convivir con los demás. En familia, pareja, con amigos… Las personas con enfermedades mentales pueden convivir con otras personas siempre que quieran, al igual que también pueden optar por una vida más autónoma e independiente.
- No pueden curarse. Con diagnóstico, tratamiento, rehabilitación socio-laboral y apoyos psicológicos y familiares las personas con enfermedades mentales pueden mejorar y llevar una vida plena.
- Las drogas son las causantes de la esquizofrenia. En sí solas, no causan esquizofrenia sino que pueden hacer que se precipite el inicio de esta.
- La imagen del hospital psiquiátrico: camisas de fuerza y paredes acolchadas. A pesar de lo que nos muestran en televisión y grandes pantallas, la hospitalización solo es necesaria en algunos casos, y estas instituciones distan mucho de ser como en el cine.
- A mí nunca me tocará. Podemos pensar que por genética, círculo de amistades, hábitos saludables, etc., nunca padeceremos una enfermedad mental. Sin embargo, lo realmente cierto es que una de cuatro personas presenta un trastorno mental a lo largo de la vida, siendo los más frecuentes la ansiedad y la depresión.
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