null Millennials: la nueva generación preparada, conectada y piensa en el ahorro

Mucho se está oyendo el término que desde hace unos años se le ha otorgado a la generación que cumplió la mayoría de edad con la entrada el nuevo milenio, es decir, los millennials. Estos jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, son el cliente real y potencial que ha marcado y marcará un nuevo paradigma, en el que su forma de relacionarse y el medio por el que lo hacen (redes sociales) con su entorno (tanto familiares y amigos como con las empresas) determinará las tendencias de consumo, ocio o cultura, del futuro más inmediato.

Aunque existen multitud de características que los definen, según el nivel y rigor del análisis de la fuente que se utilice, muchas de ellas se repiten de manera recurrente. Una de las principales cualidades de esta generación es que están ligados de manera casi indisociable a las nuevas tecnologías, y como muchos expertos coinciden, son multipantalla y multidispositivo. El móvil, la tablet, el portátil, la televisión a la carta, la consola, en definitiva, Internet copa su día a día, y no sólo lo utilizan como foco de información sino también de ocio y como medio por el cual relacionarse.

Las empresas son conscientes de este importante cambio, por eso la mayoría se ha embarcado en un proceso de digitalización, adaptándose así a una realidad contundente; incluso, muchas de ellas, modifican su modelo de negocio para dar así respuestas a las nuevas necesidades de una generación que ha dejado de recibir pasivamente sus mensajes para tomar el mando y decidir incluso directamente cuáles son los que quieren escuchar.

Profesionalmente, se trata de una generación preparada, con titulación universitaria, algo que no ocurría tiempo atrás y que progresivamente va en aumento, pero cuenta con bajas oportunidades laborales debido al alto índice de paro juvenil (49,2%) que arrastra nuestro país. Esta situación tiene como consecuencia una dificultad añadida a la hora de pensar en independizarse. Según diferentes encuestas, seis de cada diez siguen viviendo con sus padres. Del resto, el 22% se ha emancipado y el 18%, además, tiene hijos.

Otra de las características que les define es lo social. Es una generación que tiene perfiles en redes sociales y que las utiliza no sólo para comunicarse, compartir e informarse sino también convertirse en prescriptores en determinados ámbitos y sectores. Como clientes son activos, y antes de adquirir cualquier producto o servicio, consultan la opinión o experiencias de otros, dando más credibilidad a éstas que a la publicada por la propia marca. Son también una generación más exigente y crítica y demandan que los productos se adapten a sus necesidades concretas, es decir, la máxima personalización posible.

A todo ello debemos añadir, según detalla un artículo de la revista Forbes, que nos enfrentamos a un público para el que la transparencia, la sostenibilidad y el compromiso social, son los valores fundamentales.

Los seguros solo cuando son imprescindibles

Los millennials saben que su nivel de conocimiento de la cultura aseguradora y financiera es medio-bajo. Respecto de cómo adquieren este conocimiento, la mayoría sitúa su fuente en el entorno personal y familiar. Son las experiencias vividas por padres y amigos las que les acercan al sector asegurador, a través de temas recurrentes en conversaciones habituales: coberturas de un seguro determinado, servicios o el proceso de contratación o renovación. A pesar de ello, la mayoría es consciente del beneficio y seguridad que les puede aportar un seguro. Entre los productos aseguradores, los millennials se sienten más próximos a los seguros de Autos y Hogar. En cuanto a vida, no tienen muy claro cuál es su finalidad y lo confunden frecuentemente con el seguro de decesos. Por este motivo, productos de vida-riesgo, Ahorro y Jubilación y decesos, reciben una valoración más baja entre ellos.

Atendiendo a sus principales reclamaciones para justificar su desapego al seguro, señalan que el lenguaje es muy técnico, complejo y en muchas ocasiones farragoso, por lo que manifiestan dificultad para entenderlo. Eso sí, prefieren una compañía de seguros a la hora de contratar un producto que una correduría o entidad bancaria.

¿Y el ahorro?

A pesar de la creencia general, hay estudios que apuntan que los jóvenes ahorran. Aunque según los datos que ofrecen, el 75% de los millennials es capaz de no gastar todos sus ingresos y reservar una parte para el ahorro, lo cierto es que muchos de ellos se basan en la mera intención de esta generación más que en el ahorro real. Respecto a los vehículos que utilizan para tal fin, y en oposición a los que utilizan para protegerse, la mayoría prefiere cuentas corrientes y de ahorro (entidades financieras) y la hucha (hogar).

Lo que les queda lejano a todos es la jubilación. Si bien reconocen su convencimiento de la insuficiencia de la pensión futura y la incapacidad de mantener su nivel actual de vida, sólo una minoría casi insignificante ahorra o se plantea ahorrar para este fin. De hecho, desconoce cuánto tendría que ahorrar para el retiro que desearía.

Todo ello dibuja el perfil de un nuevo consumidor al que tienen que acercarse las compañías. Por eso, muchas de ellas se encuentran inmersas en procesos de transformación digital para adecuarse a las necesidades y demandas de un cliente exigente y preparado.

Escribe un comentario

Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.

Este campo es obligatorio.