Nos hemos acostumbrado a disponer de prácticamente cualquier fruta o verdura en cualquier época del año. Esta abundancia y oferta milagrosa ha venido dada por los avances en tecnología alimentaria y por la globalización. Sin embargo, en un país como España, agraciado con una gran variedad de alimentos, no consumir frutas y verduras de temporada tiene consecuencias que pueden ir más allá de la mera elección personal, o de que los alimentos de temporada sean sistemáticamente más baratos.
En primer lugar, las frutas y verduras de temporada contribuyen a mejorar la calidad de nuestra dieta según los desafíos a que se enfrenta nuestra salud en cada momento. Así, no es casualidad que en invierno sean los cítricos, cargados de vitamina C, los que maduren; ni que en verano la naturaleza nos proporcione frutas más ligeras y con mayor contenido en agua. Esto procede de un largo proceso evolutivo en que el consumo de frutas y verduras por parte de animales contribuye a la dispersión de sus semillas. Para hacerse más atractivas, las plantas aportan elementos nutricionales básicos para cada temporada.
Si consumimos fruta o verdura madurada artificialmente o importada desde lejos, nos estamos perdiendo grandes ventajas. En primer lugar, el hecho de que hayan sido cultivadas fuera de temporada en almacenes especiales, alimentadas con nutrientes artificiales y maduradas a base de radiación y gaseadas con etileno, conlleva una pérdida inevitable calidad en el alimento. Por otra parte, a fin de poder ser transportadas desde largas distancias hasta nuestro supermercado, los frutos han tenido que ser recolectados poco antes de madurar, a fin de que aguanten el viaje y lleguen con buen aspecto a las tiendas. Esta recolección temprana también priva al alimento de varios nutrientes importantes.
Pero esto también tiene consecuencias sociales importantes. Consumiendo alimentos de temporada contribuimos a fortalecer el tejido económico local, contribuyendo a la subsistencia de los agricultores de la región. Invertir en desarrollar la agricultura local sólo puede traernos beneficios, ya que, a cambio, obtendremos mayor cantidad y calidad en nuestros alimentos.
Para bien o para mal, uno termina siendo aquello de lo que alimenta su cuerpo. Para orientarnos mejor, Ministerio de Agricultura ha editado un folleto detallando las temporadas de las frutas y verduras más corrientes en España.
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