Hemos comenzado el último mes del año con pleno de recortes, y es que cuando todos los analistas esperaban el famoso rally de fin de año, el mercado nos sorprende con caídas continuadas.
El motivo o excusa parecen ser las caídas de las materias primas y el discurso de Mario Draghi que con sus medidas de estímulo adicionales defraudó al mercado la semana pasada.
Analizando las medidas del Banco Central Europeo (BCE), que Draghi haya defraudado implementando menos medidas de las anunciadas, es una buena noticia que implica que las cosas no están tan mal como parecían y por tanto no es necesario emplear todo el arsenal disponible, por lo menos de momento. Esto a largo plazo significará mejoras en los resultados de las compañías europeas y por tanto se puede traducir en incremento de los precios de las acciones.
Lo que si parece claro es el nerviosismo de los mercados en el corto plazo al que se suma la decisión de la Rerserva Federal de EEUU (FED) de la semana que viene, que dado la que está cayendo es poco probable que sorprenda al consenso de los analistas.
Entre tanto, el dolar que parecía el ganador hasta hace una semana, con especulaciones de precios por debajo de la paridad, ha experimentado una bajada que le ha llevado a estar por encima del 1,10 euros.
En esta situación, no sabemos si este año tendremos rally navideño o este se producirá en enero, pero si se cumplen los escenarios centrales para 2016, puede ser momento de posicionarse en la renta variable europea. No está tan clara la renta variable de EEUU (por la decisión de la semana que viene), aunque la depreciación tan rápida del dolar puede ofrecer oportunidades a largo plazo ya que el sesgo de divisa fuerte seguirá en 2016.
Luis Manuel Martín Olivares
Director de la Unidad de Gestión de Inversiones de PSN
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