La pensión media perderá unos 1.500 euros anuales con la nueva reforma del cálculo de las prestaciones a percibir. El nuevo sistema para determinar la cuantía de las pensiones busca favorecer la sostenibilidad del sistema e introduce medidas dirigidas a contener el gasto en prestaciones en los próximos años.
En lugar de emplear el IPC como indicador para actualizar la cuantía anual de las pensiones, a partir de enero de 2014, habrá un nuevo mínimo de subida anual, que será del 0,25%, y un indicador variable relacionado con los ingresos del sistema que, en años de bonanza económica tendrá un techo del IPC más el 0,25% de las pensiones. La pensión media actual es de 13.746,88 euros anuales. Según los datos considerados en la estimación del Gobierno, para 2019, esta cantidad se habrá reducido en 638 euros. Ya es posible consultar el modo en que la reforma afectará a cada pensión en los próximos años.
En ese sentido, el indicador más claro del impacto de este cambio es la reciente subida del 6,5% del dinero invertido en planes de pensiones privados, situándose en un máximo histórico. En particular, el pasado mes de septiembre, y coincidiendo con el anuncio de las medidas concretas que implementará la reforma, vio una subida de la inversión que, de continuar así, podría alcanzar el 33% en comparación con el año anterior. Parte de este incremento se debe a la rentabilidad que han generado estos fondos, lo que también es un indicador indirecto del crecimiento de su demanda.
Históricamente, las pensiones siempre han tendido a subir. Estos datos hacen pensar que los nuevos mecanismos dirigidos a mantener la viabilidad del sistema servirán también de estímulo a quienes se estén planteando recurrir a productos financieros de ahorro para garantizar su jubilación. En consecuencia, la forma en que las próximas generaciones pensarán en su retiro va a cambiar radicalmente en los próximos años.
Vía | El País
Gráficos | Fundación Ideas
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