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La importancia de hidratarse al volante

La hidratación del cuerpo es uno de los procesos vitales básicos que a menudo ignoramos. Cada adulto necesita ingerir en torno a 2,5 litros de agua diarios para los hombres, y 2 litros las mujeres. El resto de nuestras necesidades hídricas queda cubierto por el contenido en agua de los alimentos que tomamos. Estas cantidades pueden variar dependiendo del clima y nuestro nivel de actividad física.

No beber el agua necesaria a largo plazo, puede traer consecuencias negativas para nuestro cuerpo. Pero, además, puede tener un impacto directo en nuestra seguridad y la de los que nos rodean. Es el caso de la conducción en estado de deshidratación, más relevante si cabe cuando nos vamos de viaje.

Un estudio recientemente publicado por la universidad británica de Loughborough ha encontrado que el número de errores que comete un conductor al volante en estado de deshidratación suave equivale al que cometen aquellos que superan el límite legal de alcohol en sangre (0,08 miligramos por litro en el Reino Unido, el equivalente a tomarse una lata de cerveza).

El estudio comparó los errores cometidos en un simulador de conducción durante dos horas en distintos días por un grupo de sujetos. En el primer día, recibían suficiente hidratación (200 mililitros por hora) y en el segundo apenas probaban unos sorbos de agua (25 mililitros por hora). En la primera condición, los conductores cometieron 47 errores, mientras que en la segunda el número se duplicó hasta los 101. Los autores del estudio asimilan esta cantidad de errores con los que cometen los conductores con más alcohol en sangre que el límite legal. Teniendo en cuenta que el 68 por ciento de los accidentes de tráfico en el Reino Unido son cometidos por conductores con alcohol en sangre, las implicaciones de este trabajo pueden ser muy beneficiosas.

La deshidratación provoca cambios en el humor y reduce la atención, la concentración y la memoria a corto plazo. El impacto al volante es evidente. El indicador más sencillo de nuestro nivel de hidratación es el color de la orina. Mientras sea pálida, estaremos bien hidratados. En el momento en que adopta un color más intenso, quiere decir que necesitamos beber más agua.

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