Lejos de suponer comportamientos aislados o casuales, los intentos de fraude al seguro aumentan cada año en España y es por ello que las aseguradoras apuestan por la investigación y detención de los posibles casos. El fraude afecta tanto a la persona que lo realiza, como a las empresas aseguradoras y sus clientes, dado que las primas pueden verse encarecidas debido a estos engaños. En esta entrada explicamos qué son los intentos de fraude al seguro, los tipos de fraude existentes, y damos a conocer algunos de los engaños más frecuentes.
El fraude al seguro supone una práctica delictiva mediante la cual una persona o grupo de personas intenta engañar a una compañía de seguros con el fin de obtener un beneficio económico. Estos engaños engloban la ocurrencia de siniestros falsos o premeditados para hacerse con las coberturas económicas establecidas en las pólizas. Según el informe El fraude al seguro español en 2018 publicado por ICEA, en 2018 se detectaron más de 175.000 intentos de fraude en España, cerca de 20 cada hora, y la tasa de fraudes en España se ha visto duplicada desde 2010, alcanzando un 1,94%, según el informe informe VII Mapa del Fraude En España de AXA. Todos y cada uno de los comportamientos fraudulentos repercuten directamente en las primas de los seguros y los asegurados, y es por ello que las aseguradoras invierten en la investigación de posibles casos de engaños. De esta manera, las entidades son capaces de ahorrar casi 48 euros a sus clientes por cada euro invertido en la investigación y detección de estos casos.
Son muchas las formas mediante las cuales los estafadores intentan enriquecerse a costa de los demás, tal y como indica el informe VII Mapa del Fraude En España. Por un lado, hablamos de fraude ocasional u oportunista, en el que se intenta introducir daños preexistentes en los siniestros; fraude premeditado, en el que los daños ocasionados y las personas involucradas en un siniestro están completamente planificados previamente; y fraude organizado, en el que entran en juego bandas o tramas organizadas.
Intentos de fraude por tipología de producto
Comenzando por el sector que acoge la gran mayoría de fraudes, los seguros de automóvil encabezan la lista y en 2018 representaron el 64% de los intentos de engaño. Entre las acciones más frecuentes que engloban a los intentos de fraude en los seguros de coche, encontramos falsos atropellos y siniestros provocados, magnificar los daños físicos y los perjuicios de los automóviles, partes de accidente falsos, denuncias de robos, presupuestos de taller aumentados, reclamaciones de siniestros anteriores…
En cuanto a los seguros Multirriesgo y Hogar, nos encontramos ante siniestros simulados, reclamaciones por daños eléctricos, reclamaciones por daños causados por fugas de agua… Es en estos últimos casos cuando los asegurados aprovechan los siniestros ocurridos por agua o fallo eléctrico para reclamar daños, roturas o desgastes existentes previamente y atribuir las averías a los fallos mencionados.
Continuando con los seguros de vida, esta tipología engloba casos en los que personas contratan pólizas en varias compañías aseguradoras que cubren casos de invalidez, accidentes y fallecimiento, para intentar defraudar y engañar mediante falsos daños físicos o lesiones graves y así obtener las respectivas indemnizaciones. Esta tipología de siniestros que atañen daños corporales únicamente representa el 18% de los fraudes al seguro, frente al 82% restante que se produce a través de daños materiales como los mencionados previamente, según el informe VII Mapa del Fraude En España.
Pese a que, con el paso del tiempo puedan surgir nuevos métodos para engañar a las aseguradoras, como el uso de patinetes eléctricos o eventos climáticos, los intentos de fraude nunca salen bien parados. Entre las consecuencias de estas actividades destaca la rescisión de la póliza contrada y como consecuencia la dificultar para contratar una nueva al trasladar el historial a otras compañías, la pérdida de indemnización y por supuesto delitos penales graves. Recuerda además que la contratación de seguros tiene un carácter solidario, y cada vez que se intenta defraudar al seguro, las personas aseguradas son quienes sufren las consecuencias al verse encarecidas las pólizas.
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