Problemas bucales como caries, halitosis o dientes amarillos son problemas que padece un elevado porcentaje de la población. Las enfermedades bucales pueden no solo afectar a la boca, sino que pueden impactar en diversas partes de nuestro organismo, por lo que se hacen mucho más molestas y difíciles de tratar.
Por ello, mantener una higiene bucal nos hará ahorrar en dentistas y en disgustos, además de sentirnos muy bien con nosotros mismos. Crear hábitos saludables es muy sencillo y con estos tres consejos podrás mantener un buen aspecto bucal y evitar estos problemas tan comunes y tan fáciles de esquivar.
Cuidar la higiene bucal
No cepillarse los dientes con la frecuencia suficiente o hacerlo de forma incorrecta puede provocar que la placa y el sarro se acumulen en la cavidad bucal, lo que a su vez hace que nuestra dentadura pierda su blancura original. También las caries acechan ante la ausencia de dentífrico.
Es recomendable que, después de cada comida realicemos un correcto lavado dental, eso nos ayudará a eliminar las bacterias y el mal aliento. Según el estado de nuestra dentadura, podremos añadir variedad de complementos, como hilo dental, cepillos interdentales, irrigador dental, colutorio…
Evitar el tabaco, el té y el café
El tabaco es uno de los peores enemigos de nuestra dentadura. Fumar amarillea los dientes, provoca mal aliento y agrava los efectos de enfermedades como la periodontitis. También el consumo de bebidas como el café, el té o el vino hace que amarilleen nuestros dientes. Por ello, debemos evitar lo máximo posible estos alimentos, y si los consumimos, cepillarnos bien después.
Reducir el consumo de dulces
Los dulces son uno de los principales culpables de la aparición de caries. Y el factor más importante en este aspecto no es la cantidad consumida, sino la frecuencia de su consumo. Si estos problemas ya han hecho acto de presencia, debemos acudir a un experto en odontología para recibir consejo o tratamiento, en caso de que sea necesario. Y es que, en ningún caso, debemos aplicar remedios caseros, sino aprovechar a profesionalidad, los conocimientos y la experiencia de un auténtico experto.
Con un buen cuidado y tratamiento mantendremos nuestra flora bucal equilibrada, contribuyendo al funcionamiento y la salud de nuestros dientes y encías.
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