Las promociones del Black Friday, Cyber Monday, rebajas de final de temporada, descuentos de mitad de temporada, liquidaciones de stock… Los próximos días serán un verdadero huracán para nuestra economía. Muchos españoles adelantarán las compras navideñas, aprovechando así los descuentos. Sin embargo, otros solo comprarán por la satisfacción de gastar el dinero y adquirir un producto o servicio nuevo. ¿Qué hacer y cómo identificar estos casos?
El consumismo feroz deriva en una verdadera trampa de la que es difícil escapar: las compras compulsivas. Y, sin lugar a duda, ver un mínimo descuento en una tienda es un motivo por el cual caemos en la “necesidad” de justificar nuestra compra. No obstante, el verdadero problema radica en que el hecho de comprar pase a ser una necesidad en sí misma, o cuando suple algún tipo de carencia u otro problema como la ansiedad.
Oniomanía o shoppingmanía, el síndrome de la compra compulsiva
La adicción a las compras, por la cual una persona no es capaz de controlar sus impulsos, se denomina oniomanía o shoppingmanía. También se le conoce como “el síndrome de la compra compulsiva”.
El principal síntoma que sufren aquellos que padecen este síndrome es la ansiedad. No solo por comprar o consumir, sino incluso ansiedad al pasar por un centro comercial o tienda, o solamente al acercarse una temporada de rebajas y descuentos. Una vez que hemos caído en la trampa, otro síntoma es el de no controlar nuestro impulso de realizar las compras y, además, sentirnos liberados y satisfechos tras ellas. Posteriormente, llegan momentos de culpabilidad y remordimientos por los actos cometidos.
Consejos para evitar las compras compulsivas
Si crees que sufres este síndrome de la compra compulsiva, te recomendamos, por encima de cualquier otro consejo, que pidas ayuda profesional. Detecta cuál es el problema que hay detrás, para identificar qué te provoca esa ansiedad.
Por otra parte, si simplemente sientes unas ganas irrefrenables de comprar en ciertas temporadas como la que se viene, y quieres aprender a controlar tus impulsos en beneficio de tu bolsillo, aquí tienes algunas recomendaciones. Siguiendo estos hábitos, podrás, en todo caso, seleccionar más detalladamente qué necesitas realmente y evitar encontrarte en una mala situación económica dentro de unas semanas.
- Planifica tu economía. Para ahorrar y controlar tus finanzas personales es un consejo que ya te hemos ofrecido anteriormente: apunta en un diario tus gastos, ingresos, previsiones, etc., para así llevar una óptima planificación financiera.
- Crea un fondo de ahorro para emergencias. Opta por un intrumento de ahorro para que, incluso cayendo en las compras, el sentimiento de culpabilidad no sea tanto.
- A la hora de realizar las compras, mejor lleva y paga con dinero en efectivo. Las transacciones te parecerán más reales, podrás comprobar “in situ” cuánto dinero disponible tienes y cuánto te queda. Además, es recomendable no hacer uso de las tarjetas de crédito.
- Antes de ir al centro comercial, supermercado o conectar con el establecimiento online, reflexiona y anota qué necesitas comprar. Si acudes con una lista, tendrás más claro qué productos o servicios quedan fuera.
- ¿Por qué sientes la necesidad de comprar? Dedica un tiempo a reflexionar sobre ello. ¿Te resulta satisfactorio? ¿Crees que es un acto para suplir el aburrimiento? ¿Quizá por frustración? ¿Suple algún otro tipo de carencia afectiva? ¿Te sientes deprimido?
- Intenta ir de compras con ayuda. Coméntale tu problema a un amigo o familiar que te entienda. Cuando sientas la necesidad de comprar, o verdaderamente quieras aprovechar unos descuentos, habla con él, dile cuál es tu presupuesto y pídele que te acompañe. De esta forma, cuando sientas ansiedad y necesites seguir comprando, tendrás a tu lado alguien quien “te pare los pies”.
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