La reforma tributaria anunciada por el Gobierno para 2015 implica cambios importantes en distintos ámbitos y, concretamente, uno de mucho calado para aquellos que estén pensando en vender un inmueble antiguo. Las ganancias patrimoniales que se obtengan de ello tributan en la base imponible del ahorro y ello puede llevarnos a pensar que tendremos que pagar menos impuesto dado que la nueva normativa impone una rebaja de tipos. Nada más lejos de la realidad. A pesar de esta reducción de la tributación del ahorro, el próximo 1 de enero entrará en vigor otra medida que compensa con creces, en negativo, el ahorro que pudiera suponer.
Se trata de la supresión de los coeficientes de abatimiento y correcciones monetarias que actualmente permiten una rebaja de las plusvalías obtenidas por la venta. En el caso de las viviendas más antiguas, la medida tendrá un impacto especialmente acusado. Supuestos como el de una vivienda adquirida en 1976 que se venda hoy en el entorno de los 200.000 euros, podría tributar unos 10.000 euros si la operación se realiza antes de fin de año, frente a los cerca de 44.000 que debería pagar si se hace a partir del 1 de enero.
Las donaciones de inmuebles tributan de igual modo, por lo que estaríamos ante un supuesto idéntico. Así pues, aquellos que estén pensando en vender una casa antigua, sin duda, éste es el momento.
Finalmente, tras la oposición suscitada por la medida, el Gobierno ha decidido dar marcha atrás, moderando el castigo fiscal. El sistema es el mantenimiento de los coeficientes de abatimiento sobre los primeros 400.000 euros de valor de la vivienda.
Vía| Cinco Días
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