Un estudio del portal Kelisto.es publicado recientemente asegura que los clientes de los bancos españoles pagan las comisiones más altas de Europa por extraer su dinero en efectivo de cajeros automáticos. En concreto, los clientes de los bancos españoles pagan una media de 2,5 euros por operación en cajeros de otros bancos, lo que supone un 78% más que la media europea de 1,4 euros. Si los cajeros pertenecen además a otra red de tarjetas de crédito, los sobrecargos ascienden a los 3,6 euros, sólo por detrás de los 4,4 euros que cobran las entidades alemanas. En Reino Unido, Holanda y Suecia, los bancos no cobran comisiones por sacar dinero en cualquier cajero del país, e incluso de Europa, en el caso sueco.
Uno de los principales problemas que el informe ve en España es la opacidad de estos recargos, siendo la información aportada a los consumidores a menudo ambigua o los sistemas de tarifado demasiado complicados. Por otra parte, que estas comisiones se apliquen a 450 millones de operaciones cada año, las convierte en una fuente de ingresos importante para los bancos. A pesar de que los bancos obtienen grandes beneficios de estas comisiones y existen estudios señalando que este la subida de tipo de recargos incrementa la demanda de otros servicios del mismo banco, los clientes pueden sentir que son abusivas, particularmente teniendo en cuenta informes anteriores que cifran las comisiones generales que el cliente medio para a su banco en 171 euros anuales.
Existen sin embargo críticas cuestionando la razón de ser de este tipo de comisiones, calificándolas de anticompetitivas y mero fruto de la posición dominante de los bancos sobre sus consumidores. Las mismas señalan que los costes operativos de los cajeros suelen ser hasta tres veces inferiores a las comisione cobradas. El hecho de que haya países que no las cobren da sin embargo qué pensar.
Vía | El País
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