null “El Big Data y la Inteligencia Artificial suponen una revolución en la forma de hacer medicina”

Adrián Mosquera, de 31 años, es médico especialista en Hematología y Hemoterapia en el Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS) y coordinador del grupo de investigación de oncohematología asociado al Servicio de Hematología. Mutualista de PSN, actualmente lidera el proyecto de investigación Adianthe, basado en extraer grandes cantidades de datos moleculares y clínicos de pacientes para generar modelos de inteligencia artificial que obtengan predicciones de supervivencia y respuesta a tratamientos de una forma totalmente personalizada. El objetivo es maximizar la probabilidad de curar o prolongar la supervivencia libre de enfermedad de los pacientes y ahorrar recursos al sistema sanitario. Millones de pacientes en todo el mundo podrían beneficiarse del avance de un proyecto actualmente sometido al apoyo financiero externo (crowdfunding) a través de la iniciativa ‘La carrera que nunca para: kms de vida por la investigación’.

¿Cómo nació el proyecto Adianthe?

En el Servicio de Hematología del CHUS llevamos varios años trabajando en el análisis masivo de datos genómicos de pacientes con neoplasias hematológicas. Con el avance de nuestras investigaciones y las de otros equipos en este campo nos hemos dado cuenta de que la gran cantidad de información que genera la medicina actual sobre cada paciente se puede utilizar para mejorar la forma en que establecemos pronósticos y decidimos los tratamientos en medicina, es decir, que la experiencia acumulada en el tratamiento de cientos o miles de pacientes a lo largo de los años sirva para mejorar la forma en la que tratemos a cada nuevo paciente. Con la idea de exportar este modelo de avance científico a todas las neoplasias hematológicos nace el proyecto ADIANTHE, acrónimo de Aplicación y Desarrollo de la Inteligencia Artificial en Tumores Hematológicos.

¿En qué se basa?

El proyecto ADIANTHE se basa en extraer grandes cantidades de datos moleculares y clínicos de pacientes tratados en nuestro medio para generar modelos de inteligencia artificial con el objetivo de generar predicciones de supervivencia y respuesta a tratamientos de una forma totalmente personalizada. Estos modelos posteriormente servirán para establecer predicciones a la carta para cada nuevo paciente con una neoplasia hematológica.

¿Cuáles son los objetivos que pretende?

Los objetivos radican principalmente en mejorar la forma en que tratamos las enfermedades hematológicas de forma que pasemos a un escenario totalmente personalizado. Es decir, anticipar cuál va a ser el comportamiento de cada enfermedad en cada paciente para así poder seleccionar el tratamiento más adecuado para el mismo.

 ¿Qué relevancia médica y social puede tener en caso de alcanzarlos?

Desde el punto de vista médico nos permitirá optimizar los recursos del sistema sanitario, de forma que pudiendo dar el mejor tratamiento a cada paciente podamos maximizar la probabilidad de curar o prolongar la supervivencia libre de enfermedad de los pacientes y se ahorren recursos al sistema sanitario. Asimismo, también permitirá seleccionar mejor a pacientes para terapias innovadoras en fases precoces, como es el caso de ensayos clínicos. Desde el punto de vista social, permitirá maximizar las posibilidades de supervivencia de cada paciente y minimizar la toxicidad acumulada derivada del uso de múltiples tratamientos inefectivos antes de dar con el más adecuado. Es decir, la inteligencia artificial en este punto nos permitirá dar más años de vida y más años de calidad de vida.

¿A cuántas personas podría beneficiar?

Técnicamente, cualquier paciente con una neoplasia hematológica de la que tengamos datos puede ser subsidiario de una optimización del tratamiento basado en inteligencia artificial en los próximos años. Eso supone, sin duda, millones de pacientes en todo el mundo.

¿Hay alguna fecha prevista de ejecución, desarrollo e implantación?

En nuestro equipo del Servicio de Hematología del CHUS llevamos varios años trabajando ya en proyectos de inteligencia artificial contra el cáncer hematológico. Obviamente, cuantos más recursos tengamos más rápidamente avanzaremos en todos ellos, pero en este momento ya disponemos de datos publicados o bajo revisión independiente que evidencia el beneficio de este tipo de abordajes en leucemia mieloide aguda, mieloma múltiple, leucemia linfocítica crónica y linfoma B difuso de células grandes.

¿Dónde se desarrolla y con qué medios materiales cuenta?

El proyecto lo promueve el equipo de Hematología del CHUS, dirigido por el Dr. Bello López, y cuenta con el apoyo de hematólogos, patólogos, biólogos y técnicos de laboratorio perfectamente capacitados para estos fines. Tenemos además investigadores junior que están haciendo el MIR en hematología y que están demostrando un gran compromiso y motivación con nuestros objetivos, habiendo defendido resultados de nuestro equipo en congresos nacionales e internacionales. Contamos además con todo el equipo necesario para su desarrollo en nuestro hospital: biobanco, secuenciadores de ADN, bases de datos...

¿Qué importancia concede a los avances tecnológicos en medicina?

El Big Data y la Inteligencia Artificial van a suponer una auténtica revolución en la forma en que hacemos medicina, ya que todos y cada uno de los procedimientos sanitarios pueden beneficiarse de la aplicación de estas tecnologías: desde la selección de tratamientos hasta la forma de interacción con los médicos o la gestión de prioridad de las citas hospitalarias. Por lo tanto, las aplicaciones de estas tecnologías en medicina están limitadas sólo por nuestra imaginación.

¿De qué medios financieros dispone?

De una forma u otra siempre vamos consiguiendo financiación para pequeños estudios, de modo que podemos analizar un número reducido de muestras para ponerlas en común con bases de datos generadas por otros equipos más grandes. No obstante, para seguir creciendo hemos optado por aumentar la captación de fondos y diversificar su origen: proyectos competitivos, proyectos privados y crowdfunding. Esto nos permite no solo incrementar nuestra capacidad de analizar más casos y más patologías, sino también mantener independencia financiera.

¿Cómo nació la iniciativa ‘La carrera que nunca para: kms de vida por la investigación’  y qué esperan conseguir con esta acción de la mano de la asociación de trasplantados de médula ósea Asotrame?

La iniciativa partió de la propia asociación Asotrame, que se ha mostrado muy comprometida con el avance científico en hematología y nos propuso impulsar la investigación de nuestro equipo con esta iniciativa en 2021. ‘La carrera que nunca para’, en la que se propone la inscripción en una ruta a través de un donativo de 3 euros, ya se realizó en otros años con objetivos diferentes y en formato presencial, pero este año hemos decidido darle una aproximación más novedosa al más puro estilo crowfunding online, sin por ello perder su esencia de actividad deportiva.

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