El buen comienzo de 2014 ha quedado enrarecido debido a diversos factores, tales como la actuación del bloque emergente, las expectación ante los movimientos de los dos principales bancos centrales o el signo mixto de los indicadores económicos, traduciéndose todo ello en un resurgir de la incertidumbre por parte de los inversores.
La semana pasada asistimos a la intervención de Yellen, nueva presidenta de la Fed y la impresión fue muy positiva. Los mercados acogieron sus palabras en forma de subidas, tanto el oro, petróleo, bolsas y hasta el dólar subieron con su discurso. Continuista de Bernanke, blanda en su perfil de política monetaria, muy experimentada y currículo impecable. No se puede pedir más. Ha cogido una buena química de comunicación con los mercados desde el principio y nos deja una sensación optimista. El último punto, de vital importancia para la primera potencia, ha sido la aprobación de la ampliación del techo de deuda, lo que sin duda reducirá el ruido en los mercados financieros, como cada vez que se ha acercado la fecha límite.
Por otro lado, en Italia, se abría una supuesta crisis por la dimisión de Letta. Su sustituto, Renzi (alcalde de Florencia) ya ha presentado un ambicioso plan de ruta que ha convencido y ha aparcado cualquier conato de tormenta.
Además, esta semana comenzaba con el dato de crecimiento en Japón muy por debajo de lo esperado. Este dato escondía una buena demanda interna pero un bajón en las exportaciones. La primera reacción es pensar que la menor demanda de los países emergentes ha frenado el crecimiento nipón. Pero pensando más en profundidad, estamos ante una inevitable presión del BoJ para devaluar el yen y aprovechar el crecimiento en las economías desarrolladas y que estas compren producto japonés abaratado por la divisa y compensen la caída de pedidos de los países emergentes.
Con el permiso de los dos grandes bloques, el emergente ha tenido su papel de protagonista, y no sólo por el devenir de China. La devaluación del peso argentino se ha unido a otros problemas que muchos países tienen que encarar, como son el impacto de la retirada de estímulos, la mejora de las cuentas públicas o el riesgo país, que en algunos ha reaparecido con cierta virulencia. En el caso de China lo más destacable viene por el deterioro constante del PMI manufacturero, lo que a su vez provoca turbulencias en el conjunto de los mercados.
Con todo, para esta semana se espera una ligera subida de los mercados de bolsa. Más acentuada a final de semana si no tenemos nuevas noticias de los emergentes. Deuda pública de España bajando en rentabilidad y manteniéndose la prima de riesgo por debajo de 190.
No obstante, lo anterior, los analistas esperan con mucha atención los datos del primer trimestre en los países desarrollados, sobretodo en la zona euro. Unos buenos datos en abril, podrían hacer que las bolsas siguieran su senda alcista.
Luis Manuel Martín Olivares
Director de la Unidad de Gestión de Inversiones de PSN
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