Después de meses esperando que el Gobierno se ponga manos a la obra para reforzar la conciencia social de los ciudadanos sobre su futura pensión, por fin llega la primera acción: el simulador oficial. Llega anunciado a bombo y platillo para tapar la carencia principal del Ejecutivo en este campo que ha sido hacer oídos sordos a las peticiones de envío de la denominada carta naranja (por vía postal e indicando personalmente a cada contribuyente cuanto se estima que le quedará de pensión). Patronal, sindicatos, instituciones financieras y demás agentes llevan años reclamando que esta información llegue al ciudadano a lo que el Ejecutivo ha respondido con promesas de hacerlo, siempre incumplidas.
Llegados a este punto, nos cuentan que el simulador es la solución. Que entraremos en su página y nos haremos una idea aproximada de lo que nos tocará afrontar en el futuro. Pues bien, nos ponemos manos a la obra y entramos. Y entonces, ¡Chas! Primera sorpresa, el simulador está ‘caído’, saturados, sobrepasado por el número de visitas. Bueno, seamos comprensivos. Como se ha anunciado y los medios los han contado por activa y por pasiva, pues todo el mundo quiere simular. Ya lo arreglarán.
Lo malo no ha sido eso. Lo malo es lo que hoy cuentan varios medios. Al parecer la herramienta sólo es fiable en tanto simulemos que nos jubilamos antes de 2019 porque a partir de entonces no calcula, o no es fiable, porque no tiene en cuenta la entrada en vigor del factor de sostenibilidad. Esta medida, aprobada por el Gobierno y que está llamada a ser la que realmente tenga impacto sobre las prestaciones (vincula cuantías y esperanza de vida) no ha sido contemplada y, por tanto, estamos ante una simulador, es decir, ante un aparato que debiera acercarnos a nuestro futuro y sólo lo hace para aquellos que estén ya muy cerca de jubilarse, personas a las que la labor concienciadora, de llegarles ahora, lo hace tarde.
Consulta aquí nuestra calculadora de jubilación.
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.