Además de su valor social de protección a las personas y familias, el seguro tiene un peso específico en las economías desarrolladas. En estos países, el peso del ahorro-previsión recae en gran medida en las entidades aseguradoras, lo que las convierte en inversores institucionales que realizan muy fuertes inversiones en el mercado financiero.
Según las estimaciones realizadas en las Cuentas Financieras de la Economía Española, el activo agregado de las empresas de seguros y las gestoras de fondos de pensiones alcanzaba en septiembre del 2013 prácticamente los 400.000 millones de euros, necesarios para responder por unos pasivos equivalentes casi a la misma cantidad. Siempre que se incrementan las prácticas de ahorro-previsión en la sociedad y economía españolas, el seguro tiende a consolidar las posibilidades de los mercados financieros.
Este crecimiento del activo ha sido muy superior a la evolución de la economía, y el seguro ha pasado de representar a principios de la última década del siglo pasado algo menos del 10% del Producto Interior Bruto, a superar el 35% en 2012. Si atendemos a la renta fija, que supone la mitad de las inversiones financieras del sector de la previsión, la vocación fundamental del sector asegurador español es la deuda pública española, en la que se ha incrementado la inversión durante los últimos años de crisis económica. Las aseguradoras han sido, en este sentido, un importante soporte para las emisiones de deuda española en un momento en el que otros inversores tradicionales en estos activos no estaban por la labor de mantener sus posiciones. La cartera de deuda pública española en manos de las aseguradoras supone el 7,5% del PIB, después de que el sector asegurador haya aumentado su apuesta por la deuda pública más de un 70% en los últimos dos años.
Además, las aseguradoras también tienen una presencia relevante en la industria de los fondos de pensiones. El 37% de los recursos gestionados por estos instrumentos en España a finales del año 2013, lo estaban por estas entidades.
Pero, más allá de los datos macroeconómicos, el seguro tiene una gran importancia en las operaciones económicas y mercantiles, base del crecimiento económico. Este peso radica sobre todo en el papel del seguro de crédito, que además de cubrir posibles impagos a los asegurados, aporta estabilidad y es un aval imprescindible para muchas compañías gracias a la garantía de respuesta en caso de problemas de impagos.
Solvencia
Pese a que la crisis ha tenido un impacto enorme en este sector –solo en 2008, con el inicio de la crisis, se duplicaron los pagos por siniestralidad– no se perdido ninguno de los operadores del mercado ni se ha comprometido su operativa, lo que demuestra su solvencia. Es precisamente esta solvencia del seguro de crédito lo que ha permitido a muchas empresas acometer proyectos de exportación con los que garantizar su continuidad ante las dificultades de la economía local.
Los riesgos del que exporta son diferentes y más intensos que el operador interior. En ocasiones, las relaciones comerciales se establecen con clientes a los que no se conoce bien, o en países con circunstancias de todo tipo, que pueden tener repercusión en el éxito de las operaciones. Entre 2009 y 2013, el seguro de crédito español ha protegido operaciones de exportación por valor de 173.000 millones de euros, en operaciones que se realizaron fundamentalmente en el ámbito de la Unión Europea, que es, de hecho, nuestro principal cliente.
Y no debemos olvidar, por otro lado, el peso de la industria aseguradora, como cualquier otro sector, en la generación de ingresos para la arcas del Estado. Las aseguradoras aportan, diariamente, más de 3,5 millones de euros en concepto de impuestos sobre beneficios. Las aportaciones a la seguridad social a favor de sus trabajadores superan el millón de euros diario con un total de 431 millones anuales. En concepto de IVA no deducible, el sector aporta cada año más de 1.000 millones de euros. En definitiva, se trata de una industria que genera riqueza y aporta una gran
cantidad de ingresos al Erario público.
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