Millones de personas comienzan sus mañanas, sus medias mañanas o sus medias tardes con una taza o dos de café. Este ritual tan corriente ha sido puesto en entredicho por algunos estudios que apuntan a los riesgos que un abuso del café puede tener para la salud; en concreto, algunos riesgos para el sistema cardiovascular y otros daños al cuerpo.
Sin embargo, una serie reciente de metaestudios (estudios que comparan los resultados de varios estudios en una materia y tratan de obtener conclusiones globales) arroja buenas noticias para los amantes del café. Combinando los datos de 36 grandes trabajos sobre los efectos del café en la salud cardiovacular, que incluían los resultados de 1.270.000 participantes en los análisis, encontraron resultados interesantes. Aquellos que consumían más de cinco tazas de café al día, tenían mayor riesgo que los demás. Pero quienes tomaban café con moderación, entre tres y cinco tazas diarias, tenían el menor riesgo de este tipo de enfermedades, aún en comparación con quienes no tomaban café.
Pero las conclusiones no se quedan ahí. Otro metaestudio (esta vez comparando los resultados de 11 trabajos con los datos combinados de 480.000 sujetos) también situaba a quienes consumen entre dos y seis tazas diarias de café entre los menos propensos a padecer enfermedades. Por último, un tercer metaestudio, abarcando los resultados de trabajos sobre casi un millón de personas concluye que, como guinda, los bebedores de café en general tienen un riesgo de muerte, por cualquier causa, menor que los no bebedores.
Es importante tener en cuenta que los estudios definen café como la tacita habitual del brebaje negro, un café solo. El impacto nutricional y sobre la salud que puedan tener el azúcar, la leche o las cantidades de nata o helado que otras variantes de la bebida puedan tener es otro tema.
¿Cómo interpretar estos resultados? En primer lugar, no debemos olvidar que son datos estadísticos referidos a una combinación de comportamientos, y no necesariamente a las virtudes del café. Aunque parece que el daño del consumo moderado diario es más bien una ventaja, los datos referidos a enfermedades o probabilidad de muerte se refieren a comportamientos generales en los que coinciden los bebedores del café. La bebida no protege contra la muerte por sí misma. Lo que sí es cierto es que los aficionados a darse un empujón matinal de cafeína puede que estén haciendo algo bien. Con moderación.
Vía | The New York Times
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