El último Barómetro del Ahorro de Inverco muestra un cambio en el perfil de riesgo de los ahorradores en España, motivado por el entorno de bajos tipos de interés, así como en las razones para ahorrar y los productos para lograrlo.
Nuestro país siempre se ha caracterizado por el conservadurismo en lo que se refiere a ahorro e inversión. La tradicional vinculación de las finanzas al mercado inmobiliario y la intención mayoritaria de la población de transmitir una herencia a sus descendientes son dos factores determinantes que influyen en una cultura financiera en la que el principal interés estriba en no asumir riesgos que puedan afectar a nuestra inversión. Lejos de ser, como aparenta, una ideología responsable, esta actitud merma considerablemente las posibilidades de obtener rentabilidades más interesantes, lo que choca con la mentalidad de otros países de nuestro entorno.
Sin embargo, algo parece estar cambiando. Inverco ha lanzado recientemente su V Barómetro del Ahorro, realizado a partir de una muestra de 1.400 personas españolas, considerando como ahorradores a quienes cuentan con uno o varios de los siguientes productos: fondos de inversión, planes de pensiones, Bolsa, renta fija, seguros de ahorro y depósitos. A pesar de estar aún lejos del ideal, se dibuja un avance en la actitud de los inversores españoles.
Uno de los datos más reveladores está vinculado precisamente al perfil de riesgo: el carácter conservador pese a continuar siendo el predominante en nuestro país, ha descendido cuatro puntos porcentuales desde 2015, tras un período de aumento continuo. Así, ha pasado del 62% al 58% en estos dos años. En el caso de millennials y centennials (personas menores de 40 años), el 53% también tiene un perfil conservador.
El escenario de bajos tipos de interés ha contribuido en gran medida a este hecho. Las rentabilidades cercanas a cero, especialmente en los productos financieros más conservadores, han posibilitado que los ahorradores se decidan a asumir cierto riesgo inversor con el objetivo de obtener más por su dinero. No obstante, la rentabilidad ha descendido al cuarto puesto por importancia dentro de los factores que influyen en la toma de una decisión de inversión por parte de los ahorradores, mientras que se encontraba en segunda posición desde 2013. En 2017, se mantiene la seguridad como primera premisa, seguida de la transparencia y la confianza. No así en el caso del perfil de ahorrador dinámico, que sitúa en primer nivel de importancia tanto la rentabilidad como la transparencia.
¿Qué producto tiene mejor rentabilidad?
El entorno de bajos tipos de interés ha contribuido a disminuir el índice de conservadurismo de los inversores, aunque también ha hecho que éstos busquen en sus productos otra serie de beneficios (seguridad, transparencia y confianza). Sin embargo, la rentabilidad es siempre un factor a tener en cuenta, y el Barómetro analiza el índice de satisfacción con el interés que ofrecen los distintos productos. En torno al 55-60% de los inversores está satisfecho o muy satisfecho con la rentabilidad de sus instrumentos financieros, con excepción de quienes apuestan por los depósitos bancarios, entre los que no alcanza el 40%. En primera posición se encuentran los seguros de ahorro y la renta variable (60%), seguidos de los fondos de inversión y renta fija (58%) y los planes de pensiones (55%).
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