Es increíble contemplar los muchos e interesantes frutos que está proporcionando la unión de las Nuevas Tecnologías y Sanidad. Más allá de la Telemedicina y las Apps o los servicios online de contenido médico, existe un mundo que no ha hecho nada más que dar sus primeros pasos. Uno de esos grandes campos abiertos ahora para la investigación y el desarrollo de aplicaciones sanitarias es la Impresión 3D.
Básicamente, esta técnica consiste en generar, por adición de un material, un objeto en tres dimensiones. Profundicemos: el material, en el caso de la Sanidad, va desde el generalizado uso de materiales plásticos de última generación hasta la aplicación de pieles artificiales generadas en laboratorio.
Las aplicaciones están demostrando ser incalculables hoy en día. El Confidencial anunciaba esta semana que una empresa española se había lanzado a generar férulas impresas en 3D, adaptadas a cada caso, más ligeras, en dos piezas que permiten que las posibles heridas respiren, y con una infinidad de ventajas respecto a sus antecesoras.
¿Para qué servirá la Impresión 3D en el futuro?
¿Imaginas que ante una fractura ósea se te sustituyera la parte dañada por una impresa a tu medida? ¿Que se diseñara cartílago para una articulación dañada? Aunque todo parezca sacado de una película de ciencia ficción, lo cierto es que ya existen muchos proyectos que son el germen de lo que podría dar la Impresión 3D para el futuro de la Medicina. Todo tipo de implantes, tanto de órganos como de prótesis, están en proceso en laboratorios a lo largo y ancho del globo.
Por ejemplo, la cirugía maxilofacial se está beneficiando de la posibilidad de reconstruir partes afectadas a través de diferentes dolencias, abriendo posibilidades insospechadas, como confirma el jefe del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario Ramón y Cajal para Europa Press.
Pero diferentes ramas de la I+D médica prometen que será posible generar órganos, tejido, vasos sanguíneos… para la posterior reconstrucción o sustitución de aquellos dañados en los pacientes enfermos.
¿Dónde se aplica a diario?
En educación e investigación, las impresoras 3D suponen un gran aliado pues permiten reproducir cualquier parte de la anatomía humana a la escala deseada. Además, también se pueden crear modelos a través de escáneres que se hayan realizado a personas concretas, con afecciones concretas. Estos modelos pueden servir más tarde a los médicos para analizar la situación o al profesorado a instruir con detalles tangibles a sus alumnos.
Además, no solo de impresión de órganos y elementos de ortopedia vive la impresión 3D. Aspectos tan sencillos como pueden parecer el diseño de piezas específicas para material sanitario es uno de los campos con mayor solidez en este mercado.
Estamos ante una nueva era de descubrimiento y las sorpresas positivas que este campo aporta a la Medicina y la Sanidad en general no han hecho más que empezar. ¿Te interesa este tema? Suscríbete a nuestro blog si te gustaría saber más.
Foto | NIH Image Gallery
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