Si nos preguntasen si alguna vez hemos sido juzgados por acudir a un profesional sanitario, por sufrir cualquier tipo de dolencia o patología, o si hemos tenido algún tipo de temor en contar qué nos ocurre, probablemente la respuesta sea no. Sin embargo, las personas que padecen algún tipo de trastorno o enfermedad mental luchan a diario por combatir no solo con dichas patologías, sino también contra la discriminación y estigmas de la sociedad. Hoy en día, algo tan simple como acudir al psicólogo continúa siendo un tema tabú y, por lo tanto, forma parte de los estigmas sociales. El Día Mundial de la Salud Mental, que este año se centra en la prevención del suicidio, supone una oportunidad extraordinaria para concienciar a la población acerca del abordaje de los problemas de salud mental. Es por ello que una correcta educación social debe hacer frente a los estigmas de la salud mental.
Un estigma está construido a base de actitudes, creencias y prejuicios que rechazan a las personas que son percibidas como diferentes al resto, o fuera de lo común. Los estigmas de la salud mental tienen lugar en todas las enfermedades mentales, desde depresión y ansiedad, hasta esquizofrenia o trastornos bipolares y pueden afectar a quienes las padecen en distintos niveles, como en el ámbito familiar, institucional o público. De hecho, estos prejuicios suponen no solo la principal barrera a la hora de contratar personas con problemas de salud mental, sino también un gran obstáculo para el reconocimiento, tratamiento y superación de la enfermedad por parte del paciente.
La importancia de la educación social
Educar en torno a la salud mental desde edades tempranas, como la adolescencia o la infancia, resulta imprescindible para conseguir acabar con los estigmas presentes en la sociedad. De esta manera no solo lograríamos poner fin a los principales prejuicios sobre salud mental, sino que también podríamos abordar a tiempo y de manera eficaz aquellos trastornos, problemas y enfermedades que son invisibilizados y no reconocidos como consecuencia de los estigmas. La educación fomenta la visibilización y normalización y, por tanto, la prevención de los problemas mentales. Algunas de las medidas mediante las cuales se podría educar en salud mental y erradicar los estigmas sociales son:
- Desmontar los principales mitos: Las falsas creencias en torno a las enfermedades mentales potencian la estigmatización y van en contra de quienes las padecen, ya que pueden llegar a retrasar diagnósticos y tratamientos. Acabar con los mitos sobre la salud mental supone una liberación y un impulso para aquellos que necesitan ayuda.
- Visibilizar y educar en salud mental. Conocer los tipos de enfermedades mentales y cuáles son sus causas y tratamientos, así como los conceptos básicos ayuda a derribar barreras sociales y acabar con la desigualdad existente, fomentando así la inclusión e integración social de los pacientes.
- Concienciar sobre la importancia de la salud mental: Es importante normalizar que no siempre tenemos por qué sentirnos bien mentalmente y, de la misma manera que acudimos al médico por una dolencia física, debemos acudir a un profesional en caso de padecer un problema mental. Si se educa entendiendo y visualizando la salud mental con normalidad, podemos fomentar la atención profesional, la acción preventiva y la autoayuda.
- Cuidar el lenguaje, evitando etiquetas. Utilizar las palabras equivocadas a la hora de referirse a las personas que experimentan algún problema mental refuerza los estereotipos y el estigma social. La educación social debe incluir un correcto uso del lenguaje para evitar referencias erróneas y no utilizar términos pertenecientes a la salud mental fuera de su ámbito.
La educación social y el respeto hacia las personas que padecen cualquier tipo de problema de salud mental son imprescindibles a la hora de facilitar su inclusión social y acceso al mundo laboral. Por lo tanto, la eliminación de los estigmas sociales hace posible que todas las personas puedan expresarse y vivir en igualdad de oportunidades.
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.