En el número 87 de la Revista PSN, recuperamos sección. Conscientes de la necesidad de una mayor información económica que sea accesible a todos los públicos, como entidad financiera, PSN reactiva Economía Actual, cuyo objetivo no es otro que el de trasladar al colectivo profesional universitario una guía sencilla de los conceptos económicos más recurrentes.
En un entorno económico marcado desde hace años por los tipos de interés cercanos al cero y sin perspectivas de cambio a corto plazo, conseguir instrumentos que ofrezcan unas rentabilidades interesantes supone todo un reto. Más aún, es una misión casi imposible si hablamos de productos garantizados, ya que el mercado no permite en la actualidad ofrecer productos que aseguren un tipo de interés atractivo.
Por esta razón, las aseguradoras, como entidades financieras, tienen que realizar auténticos esfuerzos para poder garantizar que sus clientes puedan hacer crecer sus ahorros. En este sentido, PSN lleva años innovando en productos y poniendo a disposición de su colectivo soluciones idóneas y difíciles de encontrar en el mercado.
No obstante, en los últimos tiempos y debido a esta dificultad para encontrar rentabilidades a la altura de las que se ofrecían hace unos años, está teniendo lugar un cambio de mentalidad por la cual muchos ahorradores se están convirtiendo en inversores. Ello implica la necesidad de asumir un cierto riesgo para que aumenten las posibilidades de rentabilizar los capitales invertidos.
Así, esta primera entrega se centra en los fondos de inversión, unos instrumentos que desde hace tiempo se encuentran en máximos históricos en lo que respecta a su patrimonio. La razón principal por la que los inversores confían cada vez más en ellos es que, precisamente, pueden ser una interesante alternativa en la búsqueda de rentabilidad en un momento en el que encontrar productos rentables y 100% garantizados es una utopía. Además, el amplio abanico de fondos de inversión existente permite que cualquier persona pueda encontrar las herramientas ideales para sus necesidades y perfil de riesgo.
¿Qué son?
Los fondos de inversión son instituciones de inversión colectiva (ICC) mediante las cuales diversas personas, denominadas partícipes, aportan cuantías que son invertidas por gestores profesionales que buscan obtener una rentabilidad.
¿Cómo funcionan?
El patrimonio del fondo de inversión, es decir, el conjunto de participaciones o del dinero invertido en él, va modificándose diariamente en función de las variaciones de precios que experimenten los activos en los que está invertido, lo que afecta al resultado del fondo y, con él, a nuestra inversión. Asimismo, el número de partícipes que entra y sale del fondo, recogiendo su inversión, hace que ese patrimonio varíe.
¿Qué tipos de fondos existen?
Aunque hay distintas clasificaciones, quizá la más extendida sea la que se refiere a su filosofía de inversión:
- Garantizados: Como su nombre indica, garantizan la totalidad de la inversión, a la que se suma la rentabilidad correspondiente.
- Monetarios: Cuentan con una escasa exposición al riesgo y, por tanto, poco margen de rentabilidad, pero ofrecen una alta liquidez. No invierten en Renta Variable, materias primas ni divisas.
- Renta Fija: Invierten en Obligaciones del Estado, bonos, letras, etcétera, es decir, inversiones muy estables y que en principio solo experimentan la variación de los tipos de interés. Así, presuponen un bajo riesgo y escasa rentabilidad.
- Renta Variable: Su inversión, o la mayor parte, se realiza en acciones (Bolsa) y por ello cuentan con una mayor expectativa de riesgo y de rentabilidad.
- Mixtos: Combinan Renta Fija y Variable en diferentes porcentajes.
- De gestión alternativa / Hedge Funds: Cuentan con una exposición al riesgo muy alta en la búsqueda de grandes rentabilidades. Su inversión mínima es de 50.000 euros.
- De inversión global: No tiene una política de inversión definida, ni tampoco los mercados ni el sector de actividad.
La inversión en fondos, ¿tiene una duración determinada?
Solo los fondos garantizados y en algunos casos los de gestión alternativa tienen una duración como tal, al final de la cual se recupera la inversión. Sin embargo, el concepto ‘duración’ en el resto de fondos no está vinculado a ningún plazo, sino que el término hace referencia a su volatilidad, es decir, el riesgo medio de la cartera en la que invierte.
¿Cómo puedo acceder a un fondo de inversión?
En primer lugar, es necesario conocer nuestras necesidades y nuestro perfil de riesgo, por lo que, si no disponemos de los conocimientos financieros correspondientes, lo mejor es dejarnos asesorar por expertos. Una vez escogido, será necesario acudir a una entidad financiera que comercialice ese fondo en concreto para contratarlo, aunque probablemente lo más interesante es diversificar la inversión en diferentes fondos para repartir el riesgo y tener más opciones de rentabilidad. En este sentido, un Unit Linked puede ser una buena opción.
¿Cuál es su fiscalidad?
Los fondos de inversión cuentan con un tratamiento fiscal ventajoso: los rendimientos están exentos mientras se mantiene la inversión, y tampoco hay que pagar ningún impuesto por cambiar la inversión de un fondo a otro. Únicamente al rescatarla será necesario tributar los beneficios obtenidos como rendimiento de capital mobiliario.
El abc de los fondos
- Filosofía de inversión: Es la estrategia de inversión que sigue el fondo, el dónde y cómo invierte y, por tanto, lo que determina el riesgo al que se expone.
- Gestora: Sociedad encargada de la administración y gestión del fondo, así como de establecer su filosofía de inversión.
- Depositario: Entidad en la que se depositan los títulos de propiedad del fondo y, por tanto, se encarga de custodiarlos.
- Partícipes: Son quienes realizan su inversión en el fondo, formando parte esta de su patrimonio.
- Participaciones: Es cada una de las unidades de inversión en las que se divide el patrimonio del fondo, cuyo precio se denomina ‘valor liquidativo’.
- Patrimonio: Total de activos a valor de mercado que forman el fondo.
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