null Día Internacional de la Solidaridad

Según la ONU, la solidaridad “no solo es un requisito de carácter moral, sino también una condición previa para la eficacia de las políticas de los países y los pueblos”. En resumen, la Organización eleva este valor humano a ser “una de las garantías de la paz mundial”. El 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Solidaridad, con el propósito de fomentar este valor entre las naciones, pueblos y personas.

Es frecuente observar actos solidarios en países que atraviesan guerras, desastres naturales, terrorismo u otras condiciones extremas. Motivados por una sola causa, diferentes países y personas se unen para brindar apoyo económico, médico o moral. Sin ser obligatoria, la solidad es una condición propia del ser humano que representa la base de otros muchos valores como la amistad, el trabajo en equipo, la empatía, etc.

Además de encontrarnos frente a políticas solidarias entre distintas naciones, a veces pasamos por alto si realmente somos solidarios en nuestro día a día. No es necesario recurrir a casos como los que hemos detallado anteriormente, sino que una persona puede contribuir a hacer del mundo un lugar más respetuoso y humano con unos simples gestos en su día a día.

  • Dona sangre, órganos o cosas materiales. Al pensar en cómo ser solidario en nuestra rutina diaria puede que se nos venga esta opción como la primera. No se trata de hacer un desembolso económico sino que con donaciones de sangre ya estamos siendo solidarios con otras personas que lo necesitan. Igualmente, podemos reaprovechar materiales que ya no utilizamos, donando ropa, juguetes o medicamentos en buen estado. Por último, también podemos ser donantes de órganos.
  • Donaciones económicas mediante una ONG. Otra opción es identificar una Organización que trabaje por unos valores y unas causas que nos representen o a las que queramos contribuir económicamente. Mediante una relación que nos una como socios de la ONG podemos entregar una cantidad de dinero bien sea periódica bien sea puntual.
  • Programas de voluntariado. Ligado a la anterior, en muchas ocasiones distintas ONG no necesitan tanto la ayuda económica sino la propia ayuda presencial de un voluntario. Ayudar a niños sin hogar o acompañar a ancianos que viven solos son algunos ejemplos del día a día de los voluntarios. Además de ser una persona solidaria, estarás viviendo una experiencia única que te ayudará a crecer personalmente.
  • Ayuda a las personas sin hogar. Se trata de una imagen que podemos vivir en nuestro día a día. ¿Cuántas veces has pasado por delante de una persona que se muestra en la calle sin un lugar donde resguardarse o sin nada que llevarse a la boca?
  • Acoge una mascota. También podemos ser solidarios con los animales, las plantas y el entorno que nos rodea. Un claro ejemplo es mostrar nuestro lado más humano acogiendo animales abandonados en casa. Descubrirán lo que es un hogar, se sentirán queridos y estarás contribuyendo además a remediar el problema del abandono de animales.
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