Una de las razones que previene que muchos de nosotros nos tomemos en serio el ahorro es que percibimos la vejez como algo lejano que nos sucederá dentro de muchos años. Nos miramos al espejo cada mañana e ignoramos alguna cana, seguimos viendo en nuestros padres a aquellos jóvenes que nos criaron de niños y estamos, en general, muy ocupados con el presente. Pero, ¿qué ocurriría si tuviéramos a mano una máquina del tiempo y pudiéramos hablar con nuestro yo anciano? ¿Qué le diríamos? ¿Cambiaría nuestra actitud al darnos cuenta de que es para cuidar de esa persona para lo que estamos ahorrando hoy?
Con esta premisa en mente, un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford, en California, seleccionó a dos grupos de personas a los que les presentaría y permitiría interactuar con una simulación virtual de su futuro yo en edad de pensión o simplemente una simulación de su aspecto actual. A ambos grupos se les preguntó antes del experimento cuánto estaban dispuestos a ahorrar para la jubilación. A la salida, se les repitió la pregunta. Aquellos que habían tenido contacto con una simulación virtual de su yo en la vejez aumentaron consistentemente la cantidad.
Para convencernos de la necesidad y las ventajas de ahorrar, podemos aprovechar estos resultados y tratar de imaginarnos ya envejecidos. La mente es la mayor herramienta de persuasión existente. ¿Cómo seremos? ¿Qué necesidades tendremos? ¿Cómo nos gustaría ser? Si nos tomamos en serio este ejercicio de introspección, probablemente no sólo acabaremos decididos a llevar una vida más sana, a informarnos mejor sobre el proceso de envejecimiento y mirando a nuestros familiares mayores de otro modo. También puede que logremos entender que el ahorro no es más que un ejercicio de amor hacia el proyecto de persona mayor que seremos y que está fundado en el presente. Si somos capaces de llevar una vida más frugal y aprovechar el interés compuesto, estaremos ayudando al anciano que algún día seremos a mantener la felicidad que alcancemos en nuestra vida durante más tiempo.
Vía | Saving Advice
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