Independientemente del mes al que hagamos referencia, la palabra “cuesta” es sinónimo de esfuerzo económico por parte de las familias, sean del tipo que sean.
Se denominan así por ser meses que transcurren tras periodos de gasto importante, como puede ser el de Navidad antes de la cuesta de enero o el verano previo a la cuesta de septiembre.
Es durante este mes cuando el fin de las vacaciones y la paulatina recuperación de la rutina para trabajadores y alumnos de todos los niveles marcan los gastos familiares.
La vuelta al cole
Desde la escuela infantil (0-3 años) hasta la universidad, el nuevo curso supone una fuerte inversión para las familias, tanto en materiales (desde papelería hasta libros de texto) como en el pago de las matrículas (en el caso de la enseñanza concertada, privada y la universidad).
A pesar de la incertidumbre de cara al curso 2020-2021, los datos apuntan a que en España el desembolso medio por alumno será de 380€. Aunque este gasto es casi unánime en España, a la cabeza se sitúa la Comunidad Valenciana con 421€ por alumno, mientras que la región con la vuelta al cole más económica es la de Extremadura, con 346€.
Fuera de estos estudios se sitúan, muchas veces, las clases extraescolares o los cursos de idiomas. Ya se impartan dentro del propio centro o en academias externas, estas clases que suelen girar en torno al aprendizaje de idiomas y el perfeccionamiento de las prácticas deportivas son un gasto adicional que cobra gran importancia.
La nueva rutina
No sólo el gasto académico supone un gran desembolso, también la vuelta al puesto de trabajo. Renovar el armario para mejorar nuestra imagen en el centro de trabajo, adquirir nuevos materiales (desde papelería con las agendas hasta electrónica con nuevos móviles u ordenadores) o incluso apuntarnos al gimnasio son los más habituales.
Como ocurre con las clases extraescolares, los puestos de trabajo también requieren, cada vez más, el perfeccionamiento de nuestras habilidades para su desempeño. Es aquí donde entran en juego los cursos de idiomas que, a pesar de dispones habitualmente de planes de pago aplazados, no dejan de suponer un importante desgaste físico y económico. Al igual que ocurre con otros cursos enfocados al ocio como pueden ser los cursos de cocina, de baile…
Los gastos del hogar
Llenar nuestra nevera tras periodos vacaciones intermitentes es solo una de las tareas que requerirán de nuestro esfuerzo. Posibles arreglos pendientes en nuestra vivienda o la renovación de alguno de los electrodomésticos o muebles suelen ser gastos previstos, pero no por ello menos costosos.
Cómo ahorrar en la cuesta de septiembre
Aunque son cuantiosas las inversiones que debemos hacer durante el mes de septiembre, siempre hay fórmulas que eviten, por un lado, gastos innecesarios y, por otro, nos permitan obtener lo que necesitemos a precios más favorables, entre otras ventajas, porque, como dice el refrán, “ahorrar no es sólo guardar sino saber gastar”.
Una de ellas es el pago aplazado. Desde hace años, los grandes comercios ofrecen planes de pago aplazado, con o sin intereses, que permiten pagar de manera más desahogada las numerosas compras. A este mecanismo se han sumado también las pequeñas y medianas empresas gracias, sobre todo, al comercio electrónico y a diferentes acuerdos con empresas de crédito que gestionan estos pagos de manera externa.
Las nuevas tecnologías son también un importante aliado a la hora de ayudarnos a controlar nuestros gastos. Además de las propias de las entidades bancarias, podemos encontrar numerosas aplicaciones que clasifiquen nuestros gastos o nos permitan establecer avisos cada vez que rebasemos nuestro límite de gasto mensual fijado por nosotros mismos.
Por último, en la red y también a través de aplicaciones podemos encontrar cada vez más portales que nos permiten comparar no sólo servicios (luz, gas, Internet…) a la hora de contratarlos, sino también productos del día a día para comparar su precio.
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