null Consejos para dormir en una noche calurosa

Consejos para dormir en una noche calurosa

Con la ola de calor que estamos experimentando, una buena solución es no moverse de casa y tratar de mantenerla fresca. El problema llega a la noche, cuando esperamos que refresque para abrir las ventanas y bajar la temperatura de la casa. Pero, ¿qué hacer cuando la noche tampoco trae demasiado alivio y, peor aún, el calor nos impide conciliar el sueño? Y, por otra parte, ¿cómo hacerlo sin disparar la factura de la luz?

Nuestro principal aliado será la posibilidad de establecer corrientes de aire por la casa, abriendo ventanas en distintos lugares de la casa y manteniéndolas comunicadas. Si añadimos tinajas con agua helada o cubitos de hielo a las ventanas, contribuimos a enfriarlo. A mantener más baja la temperatura del dormitorio habrá contribuido que hayamos conservado las ventanas cerradas de éste, con las persianas bajadas, durante el día. El aire caliente y la luz no habrán podido así afectar tanto a la temperatura ambiente. En ese sentido, las superficies que permitan que el aire circule también serán más frescas (como un sofá-cama en lugar de una cama completa). Un futón o una superficie de bambú son ideales para dormir más frescos, ya que retienen menos el calor (por algo proceden de lugares calurosos).

Otra idea interesante consiste en desconectar los electrodomésticos. No basta con apagarlos. El modo en reposo sigue consumiendo energía y, por tanto, también generando calor. Las bombillas incandescentes son notablemente más calurosas que las ecológicas.

A la hora de acostarnos, es importante haber tenido una cena ligera, preferiblemente una ensalada, y hacerlo al menos dos horas después de cenar, con una digestión sencilla a pleno rendimiento. Si la combinamos con una buena hidratación del cuerpo (lo que excluye el alcohol, que deshidrata y crea sensación de calor), tendremos recursos para mantener la temperatura corporal lo más baja posible.

Vestir ropa muy ligera para dormir, con sábanas muy finas y tapándonos lo mínimo ayudará a que el cuerpo se libere del calor. Podemos pulverizar un poco de agua sobre las sábanas con un espray para regar plantas. Tomar una ducha fresca, aplicarnos compresas frescas (que no heladas) en muñecas, cuello y frente, e incluso mojarnos un poco la camiseta son algunos trucos que también contribuyen a crear una sensación de frescor suficiente para conciliar el sueño. Si, a pesar de ello, nos levantamos de madrugada, podemos repetirlo.

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