Cada vez más, vemos en cartas de restaurantes y en muchas recetas novedosas la palabra tofu. Pero, ¿cuántas veces nos hemos preguntado -y muchos seguimos haciéndolo- qué es realmente este alimento? Pues bien, el tofu es el resultado del procesado de los granos de soja. Para su obtención, se mezclan semillas de soja y agua, dando como resultado la leche de soja. Esta se coagula y se prensa, dándole ese aspecto a queso tradicional tan característico.
El tofu ha sido consumido desde tiempos remotos en oriente, debido a su gran cantidad de beneficios y a la amplitud de posibilidades de incorporarlo a la dieta. ¿Quieres saber qué nos aporta este derivado de la soja?
- El tofu es conocido, sobre todo, por su elevado contenido en proteínas de gran calidad, conteniendo ocho de los diez aminoácidos esenciales. La ventaja de esta proteína frente a la proteína animal es su fácil digestión, evitando el sentimiento de pesadez en el estómago.
- Otra de sus principales características es el elevado contenido en calcio. Siendo un buen sustitutivo para las personas que no pueden o no desean consumir leche de origen animal.
- Además, posee grandes niveles de hierro, fósforo y potasio. Ayudándonos así a combatir anemia, pérdidas de memoria y la hipertensión arterial.
Por si todo lo anterior fuese poco, el tofu posee un bajo aporte calórico, además de ayudar a reducir los niveles de colesterol; de ahí que esté muy recomendado en las dietas de pérdida de peso. Como seguro que después de todo esto estás deseando incorporar este alimento a tu dieta, te daremos algunas indicaciones que necesitas saber:
El tofu suele venderse en bloques sellados o en paquetes refrigerados. Una vez abierto, debemos conservarlo en un recipiente lleno de agua en el frigorífico, como botes de cristal, tuppers o envases. Normalmente el tofu, una vez abierto, puede durar hasta una semana, pero para que se conserve fresco, es necesario cambiar el agua cada dos días. Por otro lado, una vez que lo vayamos a cocinar, es recomendable hervirlo durante 10 minutos a fuego lento, para que gane suavidad. Después de esto, se lo secaríamos para quitarle la humedad. Tras estos pasos, podemos freírlo, cocinarlo al horno o simplemente comerlo crudo. También podemos incorporarlo a ensaladas, guisos, revueltos de verduras, ¡y para todo lo que tu imaginación decida!
Como has podido comprobar, el tofu es un alimento rico en nutrientes, bajo en grasas, y que nos proporciona una gran cantidad de beneficios. Además, podemos incorporarlo en todas nuestras recetas. ¿A qué esperas para probarlo?
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