Si tenemos problemas como consumidores, estamos cada vez menos indefensos. No sólo es posible contar con asociaciones españolas de defensa al consumidor, sino también con la red de Centros Europeos del Consumidor, que cuentan con una delegación en España. Funcionan dedsde 2005 y cuentan con 30 centros por todos los estados miembros más Noruega e Islandia. Su misión es contribuir a que el consumidor conozca sus derechos (a menudo, más de los que imagina) y facilitarle la tarea de reclamar a empresas europeas con sede en otro lugar de la Unión mediante la coordinación de sus sedes.
El único requisito previo es haber presentado una reclamación por escrito a la empresa en cuestión (burofax, correo electrónico o carta certificada), algo que podemos hacer en nuestra lengua materna, aunque la hayamos dirigido a una empresa sin sede social en España (para estos casos, existe la Agencia Española del Consumo). Si pasados 30 días no recibimos respuesta o no se llega a acuerdo alguno, podemos dirigirnos a los centros europeos.
El proceso es tan sencillo como rellenar un formulario online, al que hay que adjuntar la queja que hayamos formulado, la respuesta de la empresa (si la hubiera) y, sobre todo, la factura acreditando la existencia de la compraventa o servicio. A partir de ahí, los expertos del centro estudiarán nuestro caso y nos ofrecerán recomendaciones. La ventaja de estos centros es que siempre cuentan con la colaboración de sus homólogos en los demás países europeos, que colaboran en el contacto de la empresa y búsqueda de la mejor solución para que la reclamación llegue a buen puerto. Cada caso es revisado por al menos dos de estos delegaciones.
Éstas sedes siempre tratan de llegar a acuerdos amistosos sin llegar a recurrir a los tribunales. En caso de que su trabajo falle, pronto será posible evitar la vía judicial mediante el mecanismo europeo de arbitraje que está previsto para el año que viene. Su objetivo será armonizar los procesos de arbitraje y simplificarlos para el consumidor tanto como el de reclamación a través de los centros europeos del consumidor: mediante un formulario.
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